Uno de los pilotos del helicóptero medicalizado del Servicio de Urgencias Canario (SUC) fue hallado ebrio el pasado sábado en el aeropuerto Tenerife Sur durante su horario laboral. Ante los indicios y que podía ser activado para un servicio, guardias civiles le hicieron la prueba de alcoholemia, que arrojó 0,61 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando a los pilotos de aeronaves se les exige un nivel de 0,0 para poder trabajar. Los agentes lo expulsaron del aeropuerto y le retiraron la tarjeta de acceso al recinto aeroportuario.

Fuentes del 1-1-2 reconocieron ayer que tenían conocimiento de los hechos y aclararon que, en ningún momento, el servicio público de traslado de heridos o enfermos de gravedad se vio afectado.

Ayer, la concesionaria del servicio aéreo, Inaer, con base en Alicante, confirmó que, "tras declararse inoperativo el helicóptero medicalizado del Servicio de Urgencias Canario con base en el Aeropuerto Tenerife Sur el pasado sábado día 7 de febrero, se ha abierto una investigación al respecto de las causas que motivaron dicha inoperatividad, por un posible caso de embriaguez de un miembro de la tripulación".

"Al haberse declarado inoperativo el servicio por parte de la Compañía, no existió en ningún momento la posibilidad de efectuar ningún servicio en vuelo, procediéndose al cambio de tripulación de forma urgente y volviéndose a restablecer el servicio con total celeridad", según Inaer. "De confirmarse las causas que han motivado la apertura del expediente, Inaer actuará de forma tajante con el personal implicado", según la nota de ayer. Inaer indicó que "la compañía dispone de un estricto Código de Conducta, en el que se incluye la absoluta prohibición de consumo de drogas y alcohol y se establecen las consecuencias que podrían derivarse en su caso".