Las acusaciones han solicitado hoy a la Audiencia de Las Palmas 19 años de prisión para el hombre procesado por maltratar e intentar asesinar a su expareja, por entender probados los hechos que se le imputan al acusado, al que el fiscal ha descrito como un "verdadero tirano familiar".

Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular consideran suficientemente probado que el acusado, Alexis C.S, maltrató de manera habitual a su expareja durante 15 años, intentó asesinarla la noche del 17 de marzo de 2013, y además, pese a que tenía prohibido acercarse y comunicarse con ella, lo hizo telefónicamente y por cartas, en las que además la amenazaba.

Su abogada, sin embargo, ha solicitado su absolución y, alternativamente, que se consideren los hechos ocurridos el día 17 de marzo como un delito de lesiones y que se le imponga una pena de 6 meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena, pero no continuado.

En esta segunda jornada del juicio, que ha quedado visto para sentencia, los dos médicos forenses que examinaron a la denunciante, un día después de los hechos, han explicado que las lesiones que presentó son compatibles con la descripción de su relato sobre la agresión sufrida por parte del acusado, si bien han indicado que son de carácter leve y no pusieron en riesgo su vida porque tuvieron una "corta duración".

La médica forense que exploró, tanto a la denunciante como al acusado, ha señalado al tribunal que la mujer presenta un trastorno de estrés postraumático "importante", lo que implica una reminiscencia constante a los hechos que vivió esa noche y el sentimiento de que su vida peligra.

Sobre la denunciante, ha indicado que no le pareció que responda a una persona "dominante e irascible", como la describe el acusado, y que, en ese caso, o bien hubiera cortado ella la relación o hubiese sido más tormentosa.

En cuanto al acusado, ha manifestado que sus facultades no estaban mermadas y que sabía lo que hacía.

La médico forense ha explicado también que es bastante habitual que los agresores no asuman su responsabilidad y adopten el papel de víctima, en relación a que los hechos que se le imputan son una invención de la denunciante.

Así mismo, la forense ha dicho que el acusado tenía una fijación "extrema" con su expareja, a la que quería "solo para él".

La forense ha expuesto también que la denunciante asumió durante muchos años el papel de mujer sumisa y aceptó complacer en todo al acusado, que era quien trabajaba.

Esta perito ha referido que en los casos de maltrato crónico, la víctima se siente culpable de la situación, y que ello explica que esta mujer quisiera volver con su supuesto agresor y que permitiera su acercamiento y comunicación, pese a tener una orden de alejamiento tras amenazarla y quemar su coche en 2011.

Una psicóloga del Dispositivo de Emergencias para Mujeres Agredidas que trató a la denunciante, y que ha declarado como perito, ha incidido también en que esta se autoinculpa de lo ocurrido y que se había habituado a los numerosos maltratos que sufrió durante 15 años.

La mujer denunció por primera vez al acusado en 2009 por un presunto delito de lesiones en el ámbito familiar, aunque después la retiró porque creyó que había cambiado y por el miedo que sentía hacia él, e incluso volvieron a convivir juntos hasta que se repitieron las muestras de violencia, según las acusaciones.

En 2011 el acusado fue condenado a ocho meses de prisión tras amenazar a su pareja y quemarle su coche, y además se le prohibió acercarse a la víctima durante 4 años y 16 meses.