Un médico coordinador del Servicio de Urgencias Canario (SUC) prestó recientemente teleasistencia a unos padres para que, tras constatar que su hijo se encontraba en parada respiratoria, realizaran maniobras de reanimación hasta la llegada del personal de las ambulancias, consiguiendo de esta forma que volviera a respirar.

El incidente se produjo en un domicilio en Santa Cruz de Tenerife, desde donde se efectuó una llamada de alerta al teléfono de emergencias 1-1-2 y que fue atendida de inmediato por el médico coordinador.

En esta llamada los alertantes, padres de un menor de dos años, solicitan ayuda urgente ya que su hijo no respiraba tras sufrir una convulsión.

El médico coordinador del SUC, presente en el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2, logró captar la atención del alertante, su madre, para que entendiera la necesidad de seguir sus instrucciones.

Durante el interrogatorio el médico pudo constatar cuál era la situación en la que se encontraba el afectado, le indicó a la madre cómo tenía que proceder para dar una rápida asistencia y ésta, a su vez, se lo indicaba al padre que se encargaba de ponerlas en práctica.

Estas indicaciones consistían en tapar la nariz del menor y realizar insuflaciones para que el aire llegara a los pulmones del pequeño cerciorándose de que su tórax se moviera al hacerlo, informa el Gobierno de Canarias en una nota.

Mientras se llevaban a cabo estas maniobras, el médico coordinador continuaba pidiendo a la alertante que le indicara cómo evolucionaba el menor para poder continuar con la teleasistencia.

En pocos minutos y, tras seguir las instrucciones, el menor volvió a respirar casi al mismo tiempo que llegaba al domicilio el personal de las ambulancias del SUC.

El equipo de la ambulancia medicalizada comprobó que el menor había recuperado las constantes vitales y que respiraba con normalidad, por lo que procedió a su estabilización y posterior traslado al Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.

LA IMPORTANCIA DEL INTERROGATORIO

Las preguntas que realiza el operador que atiende la llamada y, posteriormente, el médico del SUC al alertante son imprescindibles para prestar una teleasistencia correcta hasta la llegada del personal sanitario.

Los datos recabados en la alerta ayudan al facultativo a identificar qué ocurre, dónde, qué recurso es el más adecuado a la situación y qué tipo de maniobras se pueden hacer en esta atención inicial.

El alertante se convierte así en la persona que ayuda a "diagnosticar" en un primer momento las lesiones o estado de una persona que necesita ayuda y, en muchas ocasiones, quien ofrece la primera atención.

Los primeros intervinientes son fundamentales en la resolución de un incidente. En ese sentido es necesario mantener la calma y contestar de la manera más detallada y clara posible a las preguntas del SUC, porque de ello puede depender la vida de los afectados en un incidente.