Miembros de la Policía Local de Candelaria imputaron a una mujer de 36 años de edad, de nacionalidad rumana y vecina de dicho municipio, como supuesta autora de dos delitos contra la seguridad vial; uno por conducción temeraria y otro por exceder de forma considerable la tasa máxima permitida para circular bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Los hechos ocurrieron concretamente durante la tarde del pasado sábado en la urbanización Punta Larga.

La mencionada conductora circulaba en un Volkswagen Polo de color verde y se vio implicada en un accidente de tráfico en la calle Mencey Tegueste a las 18:50 horas aproximadamente.

Los agentes municipales fueron activados para que acudieran hasta el lugar de los hechos.

Pero su sorpresa comenzó en el momento en que un ciudadano les alertó de que la conductora del Volkswagen con el que se habían cruzado pocos segundos antes estaba implicada en la colisión y se había dado a la fuga.

Además, constaba que una mujer había resultado herida de carácter leve en el citado accidente.

Sobre la marcha, los policías locales dieron la vuelta y comenzaron a perseguir a la citada conductora.

Posteriormente, observaron que la mujer rumana se dirigía hacia la autopista del Sur (TF-1) por el acceso de Punta Larga y que se incorporaba a la citada vía en sentido a Santa Cruz de Tenerife.

A partir de ese instante, la citada conductora comenzó a realizar maniobras bruscas de cambio de carril y a adelantar vehículos de forma arriesgada.

En un determinado momento, los policías colocaron el radiopatrulla a su altura, con los indicadores lumínicos y sonoros, para que se parara en el arcén. Sin embargo, la mujer hizo caso omiso.

Además, cuando trataron de adelantarla, la ahora imputada golpeó al vehículo patrulla en la parte central y trasera derecha. Finalmente, los agentes municipales lograron interceptarla, sacandola del turismo e inmovilizandola para evitar cualquier acción peligrosa.

Una tasa de 1,05 mg. por litro de aire espirado

Los agentes municipales de Candelaria tuvieron que solicitar apoyo a sus compañeros de la Policía Local de Güímar para disponer de un etilómetro, ya que el suyo se encuentra en fase de revisión. En una primera prueba, la ciudadana rumana alcanzó el nivel de 1,03 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y, en la segunda, llegó a 1,05. Cabe recordar que a partir de 0,25 se producen sanciones administrativas y que desde 0,60 ya se considera un delito contra la seguridad vial. La conductora fue imputada y puesta en libertad. Curiosamente, el coche que conducía se lo había comprado a su anterior propietario, pero no había hecho correctamente el traspaso ante la autoridad pertinente.