Agentes de Policía Nacional, destinados en la Brigada Provincial de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife, han detenido a 13 personas de origen rumano integrantes de una organización criminal dedicada a las estafas mediante el uso fraudulento de tarjetas de crédito previamente obtenidas mediante hurtos al descuido.

La investigación se inició al detectar una compra consecutiva de 392 bonos del tranvía en un corto espacio de tiempo y utilizando tres tarjetas de crédito.

Alertados por estas compras, los funcionarios realizaron una inspección más minuciosa, que comprendía los meses de diciembre, enero y los primeros días de febrero, dando como resultado la localización de varias compras de este tipo y la identificación de trece personas.

Los detenidos integraban una organización criminal itinerante, especializada en delitos contra el patrimonio, principalmente el hurto al descuido, que cometían con especial relevancia en zonas turísticas de la Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Costa del Sol y Canarias.

Sus víctimas preferidas eran turistas extranjeros de avanzada edad y actuaban en las entradas de los hoteles, ascensores y en paradas de guaguas próximas.

Su ''modus operandi'' era distraer a la víctima preguntándole alguna dirección a la vez que desplegaban un mapa delante de ellas para ocultar sus maniobras de sustracción o haciendo cabriolas de jugadas de fútbol delante de las víctimas, llegando a entremezclar sus piernas con las de las víctimas provocando que apartaran la mirada de las manos de los autores.

MÁS DE 62 TARJETAS

Una vez sustraída la tarjeta se dirigían a los cajeros automáticos y procedían a retirar dinero en efectivo hasta el límite permitido. Por último, una vez alcanzado este límite, proceden a la compra masiva de bonos de tranvía de 25 euros, hasta agotar la máxima cantidad que permite la tarjeta, llegando a efectuarse hasta más de 200 operaciones con una misma tarjeta.

Como medida de seguridad para no ser localizados y detenidos, señala la Policía en una nota, los autores solían actuar en subgrupos, mientras uno permanecía al volante de un vehículo, listo para emprender la huida en caso necesario, los demás iban realizando las actividades delictivas, alternándose en las funciones de sustracción y uso de las tarjetas, intercambiándose la ropa y utilizando complementos para evitar su identificación.

Por el momento no se ha podido cuantificar el total del dinero extraído de los cajeros automáticos con las tarjetas, siendo la cantidad de lo defraudado con la compra masiva de bonos de tranvía superior a los 50.000 euros, para lo cual se utilizaron un total de 62 tarjetas de crédito extranjeras.

Los detenidos junto con lo actuado fueron puestos a disposición Judicial, siendo decretada la prisión preventiva para nueve de ellos.