La Guardia Civil ha detenido a 19 integrantes de una organización criminal dedicada a introducir hachís en España desde Marruecos por vía aérea, y ha intervenido un total de 900 kilos de hachís, en el marco de la operación denominada ''Volaor-Martillo''.

Según ha informado el Ministerio del Interior en una nota de prensa, la investigación comenzó tras el accidente en vuelo de un helicóptero en la provincia de Málaga, en el que fallecieron los dos ocupantes del mismo de nacionalidades española y albanesa cuando transportaban un alijo de hachís desde la zona entre Tánger y Larache (Marruecos) hasta territorio nacional.

El modus operandi de la organización consistía en realizar un vuelo desde un lugar oculto de la sierra gaditana en horario nocturno para evitar ser detectados. Tampoco contaban con planes de vuelo, ni activaban los dispositivos de localización y, además, volaban a baja altura para eludir los radares.

Una vez en vuelo, se dirigían a un punto predeterminado de carga de droga en Marruecos, desde donde volvían para posteriormente tomar tierra en otro punto diferente al de partida, normalmente fincas forestales o lugares de montaña previamente seleccionados por la organización por su inaccesibilidad.

Por este motivo, utilizaban helicópteros tipo BO-105, ya que su versatilidad permite que tomen tierra prácticamente en cualquier lugar, sin necesidad de una pista de aterrizaje asfaltada.

La zona de aterrizaje era señalada por la organización, recurriendo a luces muy precarias, lo que, unido a la facilidad para tomar tierra en casi cualquier sitio, dificultaba la labor de los agentes para localizar el punto de alijo. Una vez allí, descargaban el material, lo cargaban en vehículos todoterreno y la aeronave volvía al punto de salida donde era ocultada, normalmente en fincas privadas.

Las investigaciones desarrolladas por los guardias civiles, que han contado con la colaboración de la Gendarmería Real Marroquí, se centraron en la identificación de la organización que estaba detrás del alijo frustrado tras el accidente aéreo.

Se detectó que la red estaría haciendo de intermediarios entre la organización marroquí, que proporcionaba el hachís, y otra para la que se distribuiría la sustancia estupefaciente una vez en Europa, y ellos se proporcionaban la logística necesaria para que la droga adquirida llegase desde Marruecos a los distribuidores tanto en España como en distintos países del norte de Europa.

BUSCABAN MÁS HELICÓPTEROS EN EL MERCADO NEGRO

Asimismo, las investigaciones desarrolladas pusieron de manifiesto que, tras el accidente aéreo, los cabecillas de la organización estaban buscando adquirir en el mercado negro otros dos helicópteros, realizando gestiones para pagar por cada uno de ellos unos 100.000 euros.

Las aeronaves buscadas por la organización, estarían concebidas para uso militar, tratándose de helicópteros militares de 6 plazas, con una capacidad de carga de hasta 1.000 kilos. Se habían reconvertido para tareas civiles, aunque actualmente se encuentran en desuso, por lo que con los contactos que poseían podrían haberlas adquirido de manera ilegal en Europa, lo que evidenciaba las intenciones de la red de continuar delinquiendo y aumentar la capacidad de alijo.

Una vez identificados los integrantes del grupo criminal y los roles de cada uno, se llevó a cabo una serie de registros de manera simultánea en los que se han intervenido el helicóptero BO-105 accidentado, 900 kilos de hachís, 14 vehículos, 28.125 euros en metálico, 1 pistola municionada y lista para ser usada, así como varias armas cortas detonadoras, teléfonos móviles, material informático y abundante documentación. Asimismo, se detuvo a todos los implicados en la organización criminal.