El copiloto Andreas Lubitz quería "cambiar el sistema" y pretendía que su nombre fuera recordado para la posteridad, según ha declarado su exnovia en una entrevista al diario alemán ''Bild'' publicada este sábado.

La joven, identificada como María (no es su nombre verdadero), de 26 años, ha confesado al medio alemán que Lubitz demostraba ocasionalmente ataques de ansiedad y pesadillas.

"Un día voy a hacer algo que cambiará el sistema entero, y entonces todos van a saber mi nombre y recordarlo", ha parafraseado María.

"Nunca supe lo que quería decir, pero ahora tiene sentido", ha añadido la mujer en la entrevista.

María, asistente de vuelo, reconoció que llegó a sentirse asustada por el comportamiento del piloto, que se despertaba por la noche gritando "¡Nos vamos abajo!".

"Sabía cómo esconder de los demás lo que le pasaba dentro", ha añadido.

La asistente sospecha, por último, que Lubitz estrelló el avión porque comprendía sus problemas de salud.

"El trabajo de sus sueños era trabajar para Lufthansa como capitán, y entendió que a largo plazo eso era prácticamente imposible", ha concluido.