Agentes de la Guardia Civil de Tráfico del destacamento de Granadilla de Abona imputaron en la jornada de ayer a un hombre de 25 años de edad como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducción temeraria a gran velocidad y otro por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Los hechos ocurrieron cuando los agentes del Instituto Armado detectaron la presencia de un vehículo que circulaba en sentido hacia la localidad de La Camella, en el término municipal de Arona, a una velocidad excesiva para ese tramo.

De forma concreta, circulaba a 113 kilómetros por hora según el radar, cuando en ese tramo de vía la velocidad máxima es de 50.

Además, el conductor adelantaba a otros turismos que le precedían, a pesar de que en la calzada estaba marcada una línea continua, por lo que tal maniobra estaba prohibida. Tras ello, y antes de llegar a la altura de la otra patrulla que estaba apostada más adelante para identificar y notificar a los supuestos infractores, el ahora imputado realizó un cambio de sentido con el claro objetivo de abandonar el lugar de los hechos sin ser identificado.

No obstante, los funcionarios se percataron de esa maniobra evasiva y el joven pudo ser interceptado por los agentes. Por los síntomas que presentaba, los agentes le hicieron la prueba de alcoholemia, arrojando ésta un resultado positivo, por lo que se le imputó el segundo de los delitos.