Una mujer de unos 60 años fue detenida en la mañana de ayer después de que atacara con arma blanca a una joven que caminaba junto a su madre por la avenida Islas Canarias, en Santa Cruz de Tenerife. Ante las preguntas de una testigo, la acusada aseguró que lo hizo "porque le dio la gana", aunque no había motivo aparente para que actuara así. Agresora y víctima no se conocían de nada.

La víctima, hija de la directora de la Oficina de Empleo de la zona, fue a tomar café con su madre.

Al regresar a la oficina, la sexagenaria se abalanzó sobre la afectada y le causó una herida por la espalda, a la altura del hombro.

La vigilante de seguridad del servicio de Empleo, Gloria Castilla García, esperaba a la afectada y le pareció que la agresora había tropezado y caído sobre la afectada cerca de un comercio oriental. Pero rápidamente cambió de idea por los gritos de la afectada.

La víctima salió corriendo, cruzó la calzada y las vías del tranvía. Paró al primer taxi que pasó en sentido hacia la Cruz del Señor para que la trasladaran a un hospital. La agresora fue identificada como usuaria de la Oficina de Empleo, con el pelo negro por los hombros, piel muy blanca y vestida de forma correcta, según la trabajadora de un comercio próximo. Un joven le dio una patada en la mano en la que portaba el cuchillo, con unos 20 centímetros de hoja.

El arma blanca cayó a la acera y la vigilante de seguridad inmediatamente retuvo a la sexagenaria. Cuando fue a ponerle los grilletes comprobó que no hacía falta, ya que depuso su actitud violenta, estaba nerviosa, contrariada y con la mirada perdida. La empleada de seguridad la consideró "poco peligrosa". Gloria Castilla esperó a que acudieran al lugar diversas patrullas de la Policía Nacional, que arrestaron a la acusada y la trasladaron a un centro hospitalario. La vigilante comentó que la apresada "es usuaria" de la Oficina de Empleo y "no es de las conflictivas".

La herida no registró gravedad, explicó personal de la Oficina de Empleo. La Policía Nacional asumió la investigación. La agresora sufre esquizofrenia y ayer estaba a la espera de ser trasladada al área de Psiquiatría de La Candelaria.