Familiares y amigos de José Antonio Martínez, uno de los dos montañeros fallecidos en la cordillera del Atlas de Marruecos, le han despedido hoy en un funeral celebrado en Granada al que también han asistido miembros de la expedición en la que perdió la vida y el único superviviente del grupo, Juan Bolívar.

Un día después de conocerse que los golpes sufridos en la caída no justifican su muerte, según los resultados preliminares de la segunda autopsia que le fue practicada ayer a petición de la familia, la "impotencia" se suma al dolor de sus allegados, según los más cercanos.

En el cementerio municipal San José de Granada, de donde era natural este policía nacional de 41 años, padre de dos hijos y destinado en Almería desde hace ocho, numerosos allegados, compañeros del cuerpo y autoridades como el jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, José Luis Cerviño, han asistido a un funeral que se ha celebrado en la intimidad a petición de la familia.

El ataúd con el cuerpo sin vida del montañero, que será incinerado, ha sido trasladado a hombros por agentes de la Policía Nacional de uniforme en medio de un cordón policial.