La Guardia Civil ha intervenido 1.500 kilos de cocaína en una operación llevada a cabo en Galicia, Madrid, Castilla La Mancha, Valencia, Andalucía y Canarias, en la que han sido detenidas 35 personas como presuntas integrantes de una red criminal dedicada al tráfico de drogas.

La operación, denominada Pikpan II y ordenada por el Juzgado de Instrucción 3 de Teruel, ha sido llevada a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Alicante y la Policía Judicial de la Comandancia de Teruel, con el apoyo de otras unidades del cuerpo.

En total, ha informado en una nota de prensa el instituto armado, se han realizado 14 registros domiciliarios en Las Palmas de Gran Canaria, A Coruña, Guadalajara, Madrid, Albacete, Castellón y Valencia.

En estos registros se han intervenido 23 vehículos, 2 armas de fuego y munición, 2 armas simuladas, máquinas para contar billetes, máquinas detectoras de billetes falsos, inhibidores de frecuencias, 3 balanzas de precisión y 2 máquinas plastificadoras.

También se han incautado de material electrónico e informático, nueve kilos de sustancias para adulterar la droga, documentación falsificada, 24.095 euros en efectivo y diversa documentación sobre bienes inmuebles, cuentas bancarias y un entramado de empresas para blanquear los beneficios obtenidos de su actividad ilícita.

La operación la inició la Guardia Civil al tener constancia de que una organización podría estar dedicándose a introducir grandes partidas de cocaína en España y Europa procedente de Iberoamérica, con frecuentes desplazamientos allí de sus responsables para adquirir la droga y su posterior envío a nuestro país.

Según la Guardia Civil, una célula de negociadores o intermediarios muy relacionada con el mundo del narcotráfico era la encargada de buscar compradores de la droga y de facilitar a los proveedores americanos indicaciones sobre el puerto español por el que debían entrar los contenedores con la cocaína y los días óptimos para garantizar el éxito de la operación.

También actuaba un tercer grupo de personas, que tenía libre acceso a los recintos portuarios, para encargarse de extraer la cocaína de los contenedores tras su llegada.

Fruto de la permanente vigilancia, se descubrió que pretendían introducir diversas partidas de cocaína en España y otros países, por lo que se establecieron operativos en Francia, Marruecos, Italia y los puertos de Valencia y Algeciras, donde se intervinieron 1.500 kilos de cocaína y se procedió a la detención de 15 personas.

Para introducir esta cantidad de droga, la organización intentó valerse de 7 contenedores, 5 en España y 2 en el extranjero, y de dos vehículos provistos de dobles fondos.

Posteriormente, con toda la información sobre las componentes de la organización, a mediados del pasado mes de marzo se inició la última fase de la operación, deteniendo a otras 20 personas.

En la investigación se ha contado con la colaboración puntual de la Drug Enforcement Administration de los EEUU, la National Crime Agency del Reino Unido, la Guardia de Finanza de Italia, la Gendarmería Real Marroquí y la Dirección General de Aduanas Francesa.