Las fuerzas de seguridad detectan un aumento de la inseguridad en las inmediaciones del punto limpio de Taco, en el municipio de La Laguna. Si el lugar se caracteriza por la presencia de personas que "interceptan" a todo aquel que lleve objetos metálicos a dicho recinto de reciclaje para que les deje directamente a ellos esos efectos, para desguazarlos y sacarles el material que les interesa, en los últimos meses también ha proliferado el trapicheo de drogas e, incluso, los robos en el interior de viviendas.

En las últimas semanas, hasta cuatro casas han sufrido delitos contra el patrimonio de diferentes características, según fuentes policiales.

Los autores de estos asaltos han aprovechado la ausencia de los dueños o moradores de las casas para apropiarse de material de obra y herramientas, o bien dinero en efectivo y alhajas de oro, entre otras cosas.

En una ocasión, se ganaron la confianza de un hombre de avanzada edad para acceder al interior de su domicilio y sustraerle una cantidad de dinero significativa. Estos hechos delictivos fueron denunciados en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de La Laguna, ubicada en la calle Nava y Grimón.

Por los días en que han ocurrido los hechos y las características de los delitos, todo indica que los delincuentes que llevan a cabo los robos con fuerza tienen cierta información sobre los movimientos de las víctimas. En cualquier caso, hasta ahora se desconoce qué personas han cometido tales asaltos a las casas.

Las fuentes consultadas explicaron que las personas que están habitualmente en el exterior del citado recurso únicamente dejan entrar en el punto limpio a quienes llevan cargamentos de escombros o diversos tipos de madera. Sin embargo, en el resto de ocasiones, les piden a los conductores que paren, les preguntan si no les importa dejarles el material y directamente abren las puertas traseras de los vehículos para recoger los efectos en cuestión.

Supuestamente, entre este colectivo hay dos grupos, uno que trabaja por la mañana y otra por la tarde. A veces, entre ambos se producen enfrentamientos y agresiones verbales y físicas.

Varios vecinos de la zona fueron consultados por EL DÍA, pero declinaron pronunciarse sobre los últimos delitos cometidos, ya que, según dijeron, carecen de datos suficientes para explicar la actual situación.

En cualquier caso, las personas que se atrevieron a hablar manifestaron que, hasta hace un par de años, la zona era un lugar tranquilo, puesto que la presencia de quienes desguazan electrodomésticos, por sí sola, no suponía una amenaza.