La defensa de José Antonio Gomes Soares, el acusado de asesinar a su propio hijo y a sus suegros en marzo del 2013 en Piedra Hincada, defendió ayer sus conclusiones definitivas con el "as en la manga" que le ofreció el informe de los psicólogos forenses, por el cual el procesado es "semiimputable" o imputable parcialmente. Y esa calificación significaría, si la tiene en cuenta el Tribunal del Jurado, una reducción significativa de los años de prisión.

El letrado defensor aclaró ayer que no solicitará la libre absolución para Gomes Soares, pero sí que se tengan en cuenta las pruebas aportadas en juicio de forma objetiva. El representante de la Defensa apuntó que el acusado tenía afección emocional, derivada de la inmediata ruptura de pareja (aunque el acusado negó tal posibilidad en su declaración) y la falta de habilidades sociales para superar tal problema, así como el consumo de alcohol. Además, como el primer día, defendió la hipótesis de que hubo un enfrentamiento entre Soares y su suegro, en base a los golpes que tenía este último en los genitales y en un ojo.

Ayer, Gomes Soares aprovechó para volver a pedir perdón por los asesinatos de su propio hijo y de los abuelos maternos, aclarando que realmente no sabe lo que ocurrió y que no puede recordar. En la exposición de sus conclusiones definitivas, recordó que, al conocer el caso el 16 de marzo de 2013 se le "revolvió el estómago", pero volvió a recordar a los miembros del Tribunal del Jurado que deben dejar a un lado los sentimientos y valorar las pruebas objetivas que se han planteado durante el juicio. Y, desde luego, el hecho de que dos forenses manifestaran que el procesado únicamente es imputable de forma moderada supuso un "balón de oxígeno" para sus postulados. En esa línea, el letrado defensor considera que debe considerarse la "eximente incompleta" para Gomes Soares. En la jornada de hoy, el Jurado deliberará sobre la culpabilidad del acusado y en qué grado.