La discoteca Achamán, en la urbanización Playa Fañabé, de Costa Adeje, es una de las de mayor éxito en el Sur de Tenerife. Sin embargo, la masiva asistencia de clientes es aprovechada por ladrones y personas violentas para cometer delitos en horas nocturnas, especialmente, a partir de las cinco o las seis de la madrugada, cuando cierra el establecimiento. El problema ha llegado a tal nivel que el mismo propietario del negocio reclama que el Cuerpo Nacional de Policía refuerce su presencia en el lugar en la franja horaria en la que suele haber más problemas.

Los casos de agresiones proliferan con numerosos ejemplos. El pasado fin de semana, la Policía Nacional detuvo a dos jóvenes colombianos que abordaron a otro varón cuando se iba para su casa. Uno de los acusados le hizo un estrangulamiento por el método de "mataleón" (desde la parte posterior) y después le robaron el móvil.

En otra ocasión, un joven de 22 años, vecino de un municipio del Norte, estaba de fiesta con unos amigos en el exterior. Uno de sus compañeros se peleó con otra persona. Y minutos después observó que esta última se aproximó a él y le agredieron. Trató de huir, pero resbaló y los agresores le pegaron en la cara y le dieron patadas aprovechando que estaba en el suelo. El joven explicó a EL DÍA que "fueron cuatro o cinco". Sufrió un corte en el labio, acabó con un ojo hinchado, patadas en la cabeza y con el tabique nasal desviado. Supuestamente, dos eran de aquí y los otros dos, magrebíes. La víctima señaló que "van a buscar jaleo, en vez de a pasárselo bien".

Señala que acudieron a pedir ayuda a los vigilantes de la discoteca, pero estos no se implicaron porque no tienen competencias para actuar fuera del local. Al final, un amigo lo llevó al Hospital Universitario de Canarias para que lo atendieran de las lesiones y presentó denuncia en un puesto de la Guardia Civil de su pueblo.

Días antes, otro joven de 33 años tuvo que ser hospitalizado por lesiones graves en una pierna, según relató su hermano, que prefirió no hablar más sobre el asunto.

Además, ha habido otros casos muy graves, como el de una joven que sufrió una fractura craneal en una brutal paliza y tuvieron que colocarle una placa de aluminio en la cabeza para que intente hacer una vida normal. A otra víctima de estas agresiones le rompieron cinco dientes en las inmediaciones de la mencionada discoteca, a la que acuden personas de casi toda la isla. Parte de los actos delictivos que hace más de una década se registraban en los centros comerciales Verónicas, centro del ocio juvenil y turístico durante muchos años, ahora se ha trasladado a la zona de Playa Fañabé, a raíz del éxito de la discoteca Achamán.

Y dentro del local también se detectan infracciones penales, ya que algunos individuos aprovechan que los clientes están ebrios, bailando o despistados para hurtar carteras, bolsos u otras prendas de valor. Y muchos de esos casos se denuncian en la Comisaría de la Policía Nacional del Sur de Tenerife.

Fuentes de la propiedad aclaran que en un cartel se informa de que "tenemos un guardarropa y que deben prestar atención a sus pertenencias", pero "la gente bebe y donde tantas personas entran...". En el interior del establecimiento trabajan una decena de controladores y "hemos pillado a algunos", señalan las mismas fuentes. Pero aclaran que detectar a todos los delincuentes no resulta fácil. Además, cuando el personal de seguridad identifica a alguno de los ladrones se le impide la entrada, en palabras del representante de la propiedad. Indica que sería injusto impedir el acceso a todos los clientes de una determinada nacionalidad por los hechos de unos pocos.

El dueño ha reclamado ya en dos ocasiones que agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional estén presentes en el exterior del establecimiento a las 5:00 o las 6:00, "que es cuando hay más problemas", porque algunos clientes ya están muy bebidos y cualquier pequeño detalle puede desencadenar una reyerta. Aclara que de nada sirve que vayan tres horas antes.