Miembros del Cuerpo Nacional de Policía destinados en el Sur de Tenerife detuvieron a 19 personas que integraban una organización criminal dedicada al tráfico de drogas y que, además, poseía un número significativo de armas de fuego, por lo que también se les atribuye el delito de tenencia ilícita de armas.

El líder de la organización es un ciudadano de origen colombiano que residía en el núcleo de San Isidro, en el municipio de Granadilla de Abona.

El resto de los individuos apresados en la "operación Chef" son de nacionalidad colombiana y española, según las fuentes consultadas en la jornada de ayer.

La intervención de los agentes se llevó a cabo hace más de dos meses, aunque se divulgó ayer por parte de la Comisaría Provincial.

El procedimiento de introducción en la Isla consistía en el transporte de la sustancia estupefaciente en estado líquido y de altísima pureza. La droga llegaba procedente de Venezuela, a través de correos humanos que ingerían pequeños recipientes con el producto.

Una vez que estas "mulas" llegaban a Tenerife, los miembros de la organización los recibían y los hospedaban en hoteles, fundamentalmente del Sur de Tenerife, hasta que expulsaban la cocaína.

Posteriormente, el cabecilla de la organización, que es un experto en la manipulación de este tipo de estupefacientes, la transformaba en estado sólido sin que perdiera su elevada pureza.

Una vez que estaba preparada para su distribución, la droga se vendía por diferentes lugares de la isla, gracias al resto de integrantes de la banda.

Las 19 personas arrestadas fueron detenidas en los núcleos de San Isidro (Granadilla de Abona), La Laguna, La Orotava, en Madrid y en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

En total, los investigadores del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría del Sur de Tenerife llevaron a cabo siete registros domiciliarios, en los que contaron con la colaboración de policías de la Comisaría de La Laguna y de agentes de la Unidad de Guías Caninos de la Jefatura Superior de Policía de Canarias. En el servicio se intervinieron nueve kilos y 129 gramos de cocaína, que, en su mayoría, se encontraba enterrada en una finca propiedad del cabecilla.

Los agentes hallaron 19.000 euros, 2.000 dólares, un revólver del calibre 44, una escopeta de cañones recortados, varias pistolas, diversa documentación y móviles. De los arrestados, trece ingresaron en prisión provisional.

las claves

El líder de la banda es un experto en la manipulación de cocaína y se ocupaba de transformarla de líquida a sólida para poder comercializarla.

El responsable máximo de la organización criminal es un colombiano que residía hasta ahora en San Isidro y que controlaba a las mulas que llegaban con cocaína desde Venezuela.