La Guardia Civil y la Agencia Tributaria interceptaron el 1 de julio un buque mercante cargado con 15,7 toneladas de resina de hachís. El barco, llamado ''Just Reema'' y con bandera de la República Democrática del Congo, se encontraba a 45 millas al sur de la costa de Málaga.

Los nueves tripulantes del carguero, seis de nacionalidad siria y tres de nacionalidad india, han sido detenidos por los cuerpos de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil con la ayuda del personal de Vigilancia Aduanera de Málaga, y serán puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de la ciudad andaluza.

Las quince toneladas de droga, almacenadas en unos 500 fardos, se encontraban ocultas en un doble fondo de la bodega de proa, camufladas entre 1.500 toneladas de sal. Todo el material incautado ha sido llevado al puerto de Málaga con el fin de realizar un registro del mismo.

El barco que transportaba la droga fue detectado por la Guardia Civil con la colaboración de servicios antidroga franceses e italianos. Medios aéreos italianos fueron los responsables de encontrar el barco mercante a 50 millas de la costa malagueña. La Guardia Civil sospecha que la ruta que seguía el buque tiene su origen en organizaciones del norte de África, cuyo fin era pasar el hachís a otros barcos más pequeños para que lo distribuyesen por las costas españolas e italianas.

El abordaje del buque mercante se encuentra dentro de la operación URCA, dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional con la colaboración de organismos a nivel internacional como la EUROPOL o la Guardia di Finanza italiana. El objetivo de esta operación en conjunto es interceptar y detener el tráfico de droga del Mediterráneo Oriental. La Guardia Civil ha destacado el éxito de esta operación, valorando la cooperación de los cuerpos antidroga españoles con organismos franceses e italianos.