Hablar de Alfred Diston entre los amantes de la etnografía y el folclore en Canarias es mencionar a un referente fundamental para conocer aspectos de las costumbres y la vestimenta en Canarias de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Parte de ese legado estaba en manos de una rama de sus descendientes, la familia De Lorenzo Cáceres. Pero, desde hace años, un manuscrito único y original, "Costumes of de Canary Islands" y 30 láminas más de trajes están desaparecidos. El último lugar en el que se supo que estaban era la casona de la ya fallecida María del Pilar de Lorenzo Cáceres en La Laguna. Y la gestión del patrimonio y el dinero de dicha mujer entre 2005 y 2009 han sido objeto de un proceso judicial.

La Sección V de la Audiencia Provincial considera probado que bienes inmuebles y una considerable cantidad de dinero de Pilar de Lorenzo Cáceres se los apropió indebidamente una sobrina, la abogada lagunera Soledad de Olano, a la que acaba de condenar a cuatro años de prisión por dicho delito, a una multa económica y a devolver una parte del dinero que utilizó sin consentimiento de la legítima propietaria. Pero la sentencia aún puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

Curiosamente, el denunciante de este asunto, Andrés Rumeu de Lorenzo Cáceres, recalca que lo más valioso para él son el citado libro y las láminas. Dichos elementos supuestamente no están entre los miles de volúmenes que pertenecían a la familia De Lorenzo Cáceres y que Olano entregó a la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife.

En octubre de 2005, la tía materna de la acusada sufrió una caída y fue hospitalizada. Dicha mujer otorgó un poder a Soledad Olano y a otra prima, pero esta última nunca ejerció esa autorización. En la sentencia figura que el importe total de las retiradas de dinero en efectivo de diversas cuentas bancarias de Pilar de Lorenzo Cáceres asciende a 462.000 euros.

Como ejemplo, de una cuenta del Banco de Santander, la procesada retiró en diciembre de 2005 (dos meses después del accidente de su tía) 125.000 euros de la venta de las acciones del Santander, Unión Fenosa, Endesa, Iberdrola, Antena 3 Televisión, Telefónica y Repsol YPF. Pero la propietaria de dichas acciones desconocía dicha operación. Solo de dicha cuenta bancaria, Olano dispuso de 217.208 euros, hasta que la canceló. De otra cuenta del BBVA extrajo más de 108.000 euros. Y de un depósito en CajaCanarias retiró fondos por casi 87.000 euros. Al ocurrir los hechos, la letrada condenada ahora era concejal del PP en La Laguna. Cuando su tía ya estaba en un geriátrico de Santa Cruz, la acusada realizó obras importantes en la casona que constituyó el domicilio familiar de la octogenaria, en la confluencia de la calle Capitán Brotons con Ascanio y Nieves, en pleno casco histórico. Tales trabajos excedían los necesarios para su conservación. Aunque la legítima propietaria autorizó reformas en la fachada y la rehabilitación del tejado, en la sentencia se asegura que "por propia decisión y en su exclusivo beneficio, la acusada encargó la ejecución de obras con la finalidad de explotarlo económicamente, en cuanto que dividía la planta baja en cuatro locales comerciales y la planta superior en oficinas, proyectando el establecimiento de alquileres en los mismos". Y la dueña del edificio le hizo saber su oposición a dicha transformación y cambio de uso.

La abogada fue denunciada en el Ayuntamiento lagunero por hacer tales obras sin autorización. Y para tener "cobertura" para dichas acciones, Solano le hizo firmar un contrato de arrendamiento a Pilar de Lorenzo Cáceres, que fue declarado nulo por el Tribunal Supremo.