Los hurtos a turistas en diversos miradores del Parque Nacional del Teide, Santiago del Teide y otros enclaves turísticos se han convertido en un serio problema para las víctimas, las fuerzas de seguridad y las autoridades locales. Estos casos no son nuevos y, ante la proliferación de los mismos, parece que no se pone freno a los delincuentes que protagonizan estos robos al descuido.

Este conjunto de delitos contra el patrimonio afecta a los turistas que se bajan en los miradores a sacar fotografías y, como piensan que son paradas cortas, con frecuencia los vehículos quedan abiertos.

Y esta circunstancia es aprovechada por ladrones "profesionales" que no perdonan el mínimo descuido.

Varias fuentes atribuyen una parte importante de los mencionados hurtos a un reducido grupo organizado que opera en la zona Suroeste de Tenerife.

Al parecer, dicha banda está integrada por dos ciudadanos de origen argelino y una mujer centroeuropea, que tienen muy bien definidos sus papeles.

Al parecer, para facilitar la comisión de los hechos delictivos, la mujer se dedica a entretener a las víctimas preguntándoles por cualquier cosa, mientras los dos varones magrebíes abren los coches y se llevan bolsos, carteras o algún objeto de valor.

Sin embargo, no se descarta que, además de dichos delincuentes, en los diferentes miradores citados actúen otros ladrones.

Los miradores de Archipenque y La Hondura (desde los que se aprecia una singular panorámica de Los Acantilados de Los Gigantes), así como el de Cherfe y otros en el Teide son algunos de los enclaves donde operan los autores de los hurtos.

Muchas de esas quejas se las plantean a los policías locales de Santiago del Teide, bien porque las víctimas se los encuentran en la vía pública o por la proximidad de su Jefatura al mirador de Archipenque.

El alcalde de Santiago del Teide, Emilio Navarro (PP), recuerda que un problema similar ocurría con grupos organizados en las recepciones de los hoteles, donde los delincuentes sustraían maletas y bolsos con efectos de valor de los turistas. Pero en este último caso, el regidor comenta que la situación se ha ido corrigiendo, tras desarrollar acciones conjuntas las fuerzas de seguridad (incluida la Policía Local) con los hoteleros y los trabajadores de los complejos. Navarro dice que, a veces, policías locales tratan de vigilar dichas zonas, pero resulta evidente que tales acciones no son suficientes. De hecho, el alcalde comenta que, tanto personalmente como a través de la Mesa de Turismo de Tenerife, este problema delincuencial se ha puesto en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno. Y algunas quejas se hicieron hace más de un año. Sin embargo, la falta de agentes de la Guardia Civil en la zona Suroeste (el puesto de Guía de Isora, que es el que cubre Santiago del Teide, y el Adeje) es significativa.

Y es que las plazas convocadas para entrar en el Instituto Armado no cubren las jubilaciones, según ha expresado en varias ocasiones la Asociación Unificada de la Guardia Civil.

Navarro asegura que las víctimas no solo son turistas que se alojan en Santiago del Teide, sino también otros que pernoctan en el Puerto de la Cruz o Playa de las Américas, por ejemplo. Y, además, el alcalde señala que este tipo de delitos están muy generalizados en la isla. Comenta que, a veces, los ladrones no dudan en romper algún cristal del coche de alquiler para robar, lo que eleva el nivel del delito a robo con fuerza.

Como recuerdan periódicamente alcaldes, presidentes de administraciones o altos mandos policiales, la seguridad ciudadana es un factor muy sensible entre los turistas. Pese a ello, algunos delincuentes siguen sintiéndose impunes cuando las víctimas son visitantes foráneos.