El primer fin de semana de julio, especialmente ayer, dejó cuatro sucesos sangrientos. Una crónica negra en la que no ha faltado un matricidio, un apuñalamiento y dos posibles nuevos casos de violencia machista con tres víctimas, dos de ellas asesinadas en un pequeño pueblo gallego.

Fue este doble crimen cometido en Arbo, un municipio pontevedrés de casi 3.000 habitantes, el que abrió las páginas de sucesos del sábado tras el hallazgo en la noche del viernes de los cadáveres de una mujer de 30 años y un hombre de 36.

Ambos habían sido tiroteados con una escopeta de caza en el interior del coche del hombre en unos asesinatos que, según las primeras investigaciones, pudieron cometerse al menos quince horas antes de encontrar los cadáveres.

La Guardia Civil detuvo a un hombre, expareja sentimental de la mujer, que permanece en el cuartel de Ponteareas, por lo que mantiene, sin descartar otras hipótesis, que detrás de estas muertes hay un crimen machista.

No puede ser el único caso de violencia machista del fin de semana. Ayer mismo, en Oviedo, un hombre de 65 años agredió a la anciana que cuidaba en su vivienda en la localidad de Pravia para después irse a su casa, matar a su mujer y suicidarse.

Después de acudir a la llamada de la anciana, herida de gravedad, la Guardia Civil se trasladó al domicilio de su supuesto agresor y descubrió los dos cadáveres.

Sobre el hombre no constan antecedentes ni por agresiones ni denuncias de malos tratos, aunque es esta razón la que barajan los investigadores como principal hipótesis de las muertes.

También en el ámbito familiar se producía el tercer suceso violento del fin de semana en Barcelona. Un hombre de nacionalidad dominicana confesaba a primera hora de la mañana de ayer a los servicios de emergencia que acababa de asesinar a su madre, de 60 años, y a su hermana, de 36.

Los Mossos d''Esquadra detenían poco después al hombre que había acuchillado a las dos mujeres en el domicilio donde residían los tres, situado en la calle de Gran Vía del barrio barcelonés de Hostafrancs.

Y no ha faltado entre las muertes violentas de este fin de semana la de un menor. La madrugada del sábado un joven de 16 años era apuñalado en un altercado entre dos grupos en una zona de ocio de Mairena de Alcor, en Sevilla.

La Guardia Civil detenía horas más tarde a uno de los dos heridos en la reyerta. Según confirmaba el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, uno de los dos heridos en la reyerta quedó detenido, en concreto, un chico de 17 años de edad, que se encuentra ingresado en un centro hospitalario de Sevilla.

Crimen múltiple

A esta crónica negra del fin de semana le antecedía ya las muertes de un menor de 6 años y una chica de 14 el pasado martes en Villajoyosa (Alicante) junto a un hombre, de 37 años -padre del niño- y su madre, de 64 años. Si bien en un principio se determinó que la causa se debían a una explosión e incendio posterior, la autopsia a los cuerpos reveló que el hombre había matado con un cuchillo a los menores y su madre.