El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Lanzarote ha realizado una denuncia administrativa el 7 de julio a una persona que responde a las iniciales de E.M.F, de 38 años de edad y nacionalidad española, al localizar un almacén clandestino de su propiedad con más de dos toneladas de pescado en el barrio de Titerroy, en Arrecife.

Estos hechos responden a la investigación que se inició en el transcurso de las actividades rutinarias que realiza el Seprona contra la pesca ilegal en la isla y que les llevó a localizar un almacén donde se mantenía el pescado congelado o refrigerado para después ponerlo a la venta.

Por ello, una vez localizado el almacén, los agentes del Seprona en coordinación con los inspectores de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias llevaron a cabo la inspección del almacén, localizando dos toneladas de pescados de las que 350 kilogramos se desconocía la legal procedencia del mismo y, por tanto, su garantía sanitaria, según informó la Guardia Civil en nota de prensa.

Además, durante la inspección, los agentes se encontraron 20 corvinas, algunas evisceradas, descongelándose fuera de la cámara, por lo que se estaba rompiendo la cadena de frío, y tenían como "destino ser puestas a la venta como pescado fresco".

En este sentido, señalan que presuntamente E.M.F. adquiría el pescado de forma ilegal, que posteriormente manipulaba y ponía a la venta, "sin ningún tipo de control" sanitario, ya que no pasaron por la correspondiente lonja para obtener el control sanitario necesario en este tipo de alimentos.

Respecto al género hallado por la Guardia Civil en el almacén destacan especies como atún, mero, lapas negras y blancas, corvina, burro, calamar y gambas, procediéndose a la destrucción de parte del pescado al carecer de etiquetado, así como por no haber "pasado ningún tipo de control" sanitario en la lonja correspondiente y por desconocer su procedencia.

Por ello, se han destruido 10 kilogramos de burro, 118 kilogramos de calamares, 47 kilogramos de corvina, 60 kilogramos de gambas y 87 kilogramos de lapas negras y blancas que "fueron depositados por una empresa autorizada" en el vertedero de Zonzamas. La Guardia Civil ha indicado que el valor del género destruido alcanza los 6.000 euros.

En relación al pescado restante se quedó en el almacén al estar acreditada su procedencia mediante el etiquetado, a la espera de la decisión correspondiente de la autoridad sanitaria.

Por último, los agentes del Seprona apuntaron que las irregularidades observadas se han reflejado en diez infracciones administrativas.