Miembros de la Guardia Civil de Tráfico del destacamento de Granadilla de Abona encontraron en un arcén una bolsa con 20 kilos y trescientos gramos de hachís, en la carretera insular que discurre por el núcleo de Guargacho el pasado lunes.

Los hechos ocurrieron concretamente en horario de tarde y una patrulla halló la droga la bolsa deportiva en unos matorrales y profesionales del Instituto Armado investigan en estos momentos la procedencia del curioso hallazgo.

El servicio de los guardias comenzó a las cuatro de la tarde aproximadamente. Un vecino de la zona de Guargacho, en la parte del barrio que pertenece al municipio de Arona, alertó que había una bolsa deportiva entre los matorrales.

El citado testigo explicó a los agentes que en dicho complemento podía tener efectos personales en el interior y que podría proceder de un robo.

El hombre explicó a los funcionarios de la Benemérita que la citada bolsa estaba junto a la carretera insular entre Guargacho y Las Galletas (TF-657). Una vez en la mencionada zona, los guardias civiles de Tráfico acudieron al lugar exacto y comprobaron que existía la citada bolsa, pero que en el interior tenía una cantidad significativa de droga, concretamente 20 kilos y 300 gramos de hachís, repartidos en 82 placas.

Ahora, otras unidades investigan el caso y quién puede ser el propietario de la droga, así como el motivo por el cual se deshizo de la sustancia estupefaciente en dicho enclave del término municipal de Arona.

El Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT) instruye el atestado correspondiente por el hallazgo del hachís.

Y ese informe, cuando esté finalizado, será remitido al Juzgado de Instrucción número 2 del partido de Arona, que es el que en estos días se encuentra en funciones de guardia. No es nada frecuente que las fuerzas de seguridad encuentren una cantidad similar de sustancia estupefaciente en el arcén de una carretera.

Los agentes tratan de determinar si el propietario o el encargado de transportarla pudo alarmarse por alguna circunstancia y deshacerse de la droga de forma apresurada, lanzándola desde algún vehículo en marcha, para recogerla en otro momento.