Un hombre ha sido detenido como sospechoso del asesinato del estafador británico John Edward Palmer, conocido como "Goldfinger" y que tuvo un imperio inmobiliario en Tenerife, informó hoy la Policía del condado inglés de Essex.

Palmer murió el pasado 24 de junio, a los 64 años, en su lujosa vivienda de Brentwood, en Essex, al este del Reino Unido, tras recibir dos disparos de un calibre tan pequeño que apenas fueron detectados en un primer reconocimiento.

La Policía, que achacaba su muerte a causas naturales, secuelas de una operación reciente, tardó una semana en conocer los resultados de la autopsia y en darse cuenta de que "Goldfinger" había sido asesinado.

Un británico de 43 años ha sido detenido como principal sospechoso de conspirar para asesinar a Palmer, indicó hoy la Policía.

"Es un avance muy positivo, pero seguimos haciendo un llamamiento a testigos que hayan podido observar alguna actividad sospechosa en el área", dijo el inspector Simon Werrett, que dirige la investigación criminal, en declaraciones que recoge la cadena BBC.

"Sandpit Lane (la zona donde vivía Palmer) es un sitio muy popular para la gente que sale a correr y para los que sacan a pasear a sus perros. Me gustaría saber de alguien que estuviera cerca de esa zona el miércoles 24 de junio", señaló Werrett.

El sospechoso del asesinato de "Goldfinger" ha sido puesto en libertad bajo fianza hasta el próximo 23 de septiembre, mientras la Policía continúa las investigaciones.

Las autoridades británicas creen que Palmer empezó a construir en 1985 su imperio inmobiliario en Tenerife con el dinero que obtuvo del mayor robo de la historia en el Reino Unido, por el que se le apodó "Goldfinger" (dedo de oro), aunque fue absuelto por falta de pruebas.

En 1983, los ladrones se llevaron 26 millones de libras esterlinas en lingotes de oro de la empresa de transporte de valores Brink''s-Mat en el aeropuerto londinense de Heathrow.

En 2001 fue condenado por el tribunal penal de Old Bailey de Londres por conspiración para defraudar, tras cometer una estafa inmobiliaria a gran escala en Tenerife, con casi 20.000 afectados, la mayoría pensionistas británicos, y valorada en 45 millones de euros.

Palmer pasó los últimos ocho años en libertad bajo una fianza de 35 millones de libras (50 millones de euros), después de haber sido detenido en Tenerife en 2007 acusado de un delito de asociación ilícita.

"Goldfinger" poseía una mansión en Bath, un castillo en Francia y numerosos aviones y helicópteros.