Un juzgado ha abierto diligencias contra el teniente coronel Lorenzo Bárez, exjefe de Tráfico en Cantabria y en la actualidad director del Centro de Coordinación Regional de Canarias, por organizar traslados ilegales de piezas desde empresas de la periferia de Santander hasta el Centro Botín, según informó ayer la Asociación Unificada de Guardias Civiles.

El secretario provincial de la AUGC, Alberto Alegría, desveló en una rueda de prensa que el juzgado de Santander ha abierto esta causa a raíz de una denuncia del general de la Agrupación de Tráfico de Madrid, tras una investigación interna del GIAT, el Grupo de Investigación y Apoyo a Tráfico, en la que se detectaron "indicios razonables" de un delito de negociaciones prohibidas a funcionarios.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil se personará esta semana o la que viene en las diligencias, según ha anunciado Alegría, quien ha hecho hincapié en que no tiene "la menor duda" de que el Centro Botín -el museo de arte moderno que la familia Botín está construyendo en la capital cántabra, sobre un proyecto del arquitecto Renzo Piano- es "ajeno" a lo ocurrido.

Según relató en la mañana de ayer, la Guardia Civil abrió la información interna a primeros de julio, después de que el general recibiera un anónimo en el que se denunciaba una trama para transportar piezas de manera ilegal al Centro Botín, en la que estaban implicados el entonces jefe de la agrupación y cuatro o cinco guardias", si bien solo se han encontrado "indicios" contra un agente y contra Bárez, en la actualidad destinado en Canarias.

En este anónimo, que también recibió a finales de febrero o primeros de marzo Alberto Alegría, se denunciaba que en el año 2014 se habían organizado cien transportes de piezas hasta el Centro Botín de Santander procedentes de fábricas de Cantabria en las que el teniente coronel Lorenzo Bárez tenía "intereses", porque una de ellas es de su propiedad "en parte o en todo". Los traslados eran realizados por una empresa de transporte "fundada por un familiar muy próximo" a un guardia destinado en el COTA, el centro encargado de distribuir las patrullas.

Alegría dijo que, según el anónimo, para asegurar el paso libre a los camiones, que realizaban este transporte especial sin autorización, se enviaba a las patrullas que controlan el tráfico hasta la entrada de Santander a "incidencias normalmente fingidas". Algunos de los transportes especiales fueron escoltados desde la entrada de Santander hasta el Centro Botín por la Policía Local, según apuntó Alegría, quien afirmó que ahora hay que preguntarse quién es el jefe de la policía y de dónde ha venido.

El secretario provincial de la asociación ha explicado que este procedimiento permitía realizar los traslados obviando todo tipo de trámite y en el momento que venía bien. Ha relatado que cuando recibió el anónimo, que, en su opinión, fue enviado por algún miembro del cuerpo, remitió el asunto a la Fiscalía Anticorrupción, que lo ha archivado al haberse abierto una investigación judicial.

Además, trató de comprobar por su cuenta si la denuncia tenía algún viso de similitud, lo que le permitió constatar que entre los guardias de la zona de Santander existía el "run run" de que efectivamente era así y había "indignación" por quien estaba detrás.

El 5 de julio, se personó en Cantabria un grupo de investigación para abrir una información reservada.