Una mujer tibetana se inmoló en el noroeste de China en protesta por las políticas de Pekín en las áreas tibetanas para realojar a nómadas y demoler forzosamente viviendas, informa hoy la organización Campaña Internacional por el Tíbet.

Tashi Kyi, de unos 50 años y madre de cuatro niños, se prendió fuego y murió el 27 de agosto en su vivienda, un asentamiento nómada en la zona tibetana de la provincia de Gansu, según la organización en defensa de esta etnia.

La mujer, allegada de un prominente monje exiliado en 2008 y cuya familia ha soportado desde entonces un fuerte control del Gobierno, decidió inmolarse después de que un centenar de funcionarios acudieran con apisonadoras para demoler su inmueble.

Según fuentes tibetanas consultadas por la organización, cuando otros vecinos protestaron por la demolición, las autoridades detuvieron a un tibetano y le agredieron de gravedad.

A pesar de los intentos de los vecinos por apagar las llamas de la mujer, la tibetana falleció horas después de prenderse fuego y el Gobierno de momento retiene el cuerpo.

En el Tíbet y en zonas tibetanas de provincias y regiones chinas cercanas, el Gobierno chino requiere a los nómadas que abandonen sus costumbres y se trasladen a nuevas colonias creadas en pueblos o cerca de ellos, donde las autoridades pueden tener un mayor control de estos ciudadanos y de su estilo de vida, explica la organización.

Con su inmolación, ya son 143 las muertes de este tipo que se producen el Tíbet o en zonas tibetanas de China desde 2009 en protestas contra la represión del régimen de Pekín, según datos de Campaña Internacional por el Tíbet.

El Tíbet es, junto a Xinjiang (noroeste, hogar de la minoría musulmana uigur), uno de los polvorines étnicos de China, y las autoridades comunistas acusan de las tensiones a los independentistas tibetanos liderados por el dalai lama, exiliado en la India, mientras los tibetanos denuncian la incesante represión de su cultura por parte de Pekín.