Tres varones han sido detenidos como presuntos autores de veintiséis robos cometidos con fuerza en polígonos industriales y comercios de La Palma y Tenerife, y de forma mayoritaria realizados por el método conocido como del butrón, ha informado hoy la Guardia Civil.

Los autores de los robos destruían los medios de grabación de imágenes o se apropiaban de ellos, y los detenidos, según se indica en un comunicado, tenían "zulos" alejados de sus domicilios donde escondían la ropa y herramientas que empleaban en las acciones delictivas para evitar que los relacionaran con las mismas.

La operación realizada por la Guardia Civil se denominó "Reika" y con la detención de estas tres personas, un albanés y dos españoles, el instituto armado da por desarticulada la banda a la que imputa cuatro robos en Tenerife y veintidós en La Palma.

Las investigaciones se iniciaron en julio del pasado año tras detectar la Guardia Civil un importante incremento de robos por el procedimiento del butrón en comercios y empresas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Según la Guardia Civil, los detenidos estudiaban los sistemas de alarma de sus objetivos, así como las vías de acceso y huida o cualquier otro detalle de la zona donde iban a cometer el hecho delictivo.

Durante la noche, tras inutilizar los sistemas de alarma de sus objetivos, valiéndose de palanquetas, mazas, martillos percutores y otros objetos, practicaban butrones en paredes o techos accediendo al interior de las empresas seleccionadas donde se apropiaban del dinero de cajas de seguridad, máquinas registradoras, máquinas recreativas u otros objetos de valor, agrega la Guardia Civil.

Asimismo, agrega la Guardia Civil, forzaban las cajas fuertes de las empresas a las que accedían en el mismo lugar, empleando radiales u otras herramientas para perforarlas.

Las que les presentaban mayor dificultad las trasladaban a zonas deshabitadas donde las violentaban empleando mejores medios.

Asegura la Guardia Civil que los miembros de la organización salían de sus domicilios vestidos con prendas de uso cotidiano para no llamar la atención, desplazándose a otros lugares, alejados de sus domicilios, donde poseían "zulos" que iban cambiando de localización casi diariamente, siempre cercanos a los lugares de comisión de los robos, en los que escondían ropas, linternas, transmisores, herramientas, pasamontañas, calzados y otros medios.