Miembros de la Guardia Civil destinados en el puesto principal de Granadilla de Abona imputaron recientemente a un hombre y una mujer, ambos de nacionalidad chilena y de 35 años de edad, como presuntos autores de un delito de hurto continuado.

Curiosamente, dicho delito contra el patrimonio fue cometido por las citadas personas de origen sudamericano en la empresa para la que trabajaban.

La mujer reside en el término municipal de Arona, mientras que al varón le consta su domicilio en San Miguel de Abona.

La intervención de los funcionarios del Instituto Armado se produjo a raíz de que el propietario de la empresa para la que ambos trabajaban interpusiera una denuncia, tras haberse percatado de que varios de sus empleados se habían estado apropiando de mercancía, según los datos ofrecidos durante la jornada de ayer por parte de la Comandancia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

El afectado aseguró a los agentes del puesto de Granadilla que echó de menos material por valor de unos 27.650 euros.

A dichos efectos hay que añadir que ambos individuos sustrajeron al descuido dos programas informáticos valorados en unos 4.000 euros.

A tenor del informe elaborado por los agentes de la Guardia Civil, los mencionados delitos contra el patrimonio fueron cometidos durante un periodo de dos años, precisamente el mismo tiempo que llevaban contratados los dos denunciados.

Ambas personas fueron despedidas de sus empleos el mes pasado.

Las diligencias elaboradas por los agentes del Instituto Armado del cuartel principal de la comarca de Abona fueron remitidas ya al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción que estaba en funciones de guardia en el partido judicial de Granadilla en ese momento. Ayer se desconocía si ambos imputados tienen antecedentes por hechos similares.