La policía japonesa mantiene retenido hoy a Jonathan Nakada, un ciudadano peruano de 30 años, ante la posibilidad de que sea responsable de seis asesinatos en la localidad de Kumagaya, unos 60 kilómetros al noroeste de Tokio.

El hombre fue detenido la noche del miércoles después de que agentes de policía lo encontraran asomado a la ventana del segundo piso de una vivienda y portando un cuchillo, según ha detallado hoy la agencia Kyodo.

Cuando los agentes le pidieron que soltara el arma, Nakada se infligió cortes en ambas muñecas y saltó al vacío, por lo que sufre una fractura de cráneo y se encuentra hospitalizado en estado crítico.

Cuando los efectivos policiales accedieron al interior de la vivienda donde se produjo la detención, encontraron en un armario los cuerpos sin vida de sus inquilinas, Miwako Kato, de 41 años, y sus hijas Misaki, de 10, y Haruka, de 7, que fallecieron aparentemente apuñaladas.

Antes de dar con Nakada, la policía local había encontrado en una residencia muy cercana el cadáver de Kazuyo Shirai -una mujer de 84 años-, después de que sus familiares denunciaran su desaparición.

El cuerpo de la anciana se encontraba en la bañera de su domicilio envuelto en una manta y con signos de apuñalamiento.

La policía sospecha además que el peruano podría estar detrás del asesinato de otra pareja cuyos cuerpos fueron hallados el lunes 14 de septiembre.

En este caso, los cadáveres de Minoru Tasaki, de 55 años, y su mujer Misae, de 53, fueron hallados en su vivienda, situada en Kumagaya a 1,5 kilómetros de los otros dos domicilios.

Los dos fallecieron desangrados por heridas de arma blanca y la policía asegura que las huellas halladas en este escenario son similares a las que dejó Nakada en la casa de los Kato.

Nakada, sin empleo ni domicilio fijo, llegó a Japón hace 10 años, y ha residido en varios municipios de la región de Kanto, donde se sitúa Tokio.