La madre de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem pidió ayer, en un texto leído en la misa celebrada en la catedral de Santiago en su honor, que ojalá su hija la perdone por no "haberla protegido" como cuando era niña.

Una amiga de la familia de la peregrina asesinada fue la encargada de leer el texto, en el que agradeció la celebración de este acto litúrgico y dijo, en inglés, que la madre no tiene consuelo y que está "en shock al ver que puede haber una persona tan mala" como para llevarse una vida por delante.

Una madre, prosiguió, llena de pena desde que Denise desapareciese el pasado 5 de abril en Astorga hasta conocer su trágico desenlace, ante el que solo puede desear que "Dios la acoja en sus brazos como el ángel que es".

El cuerpo inerte de Denise fue encontrado el viernes 11 de septiembre después de la detención de Miguel Ángel M.B., quien tras una primera declaración en la que dijo ser inocente, prestó un nuevo testimonio en el que admitió su culpabilidad.

La portavoz explicó que la madre no pudo asistir a esta ceremonia que se celebró en Galicia, tierra que es meta de todo peregrino, y a la que debería haber llegado su hija, por el dolor que siente. En su lugar, recogió esta amiga de la familia la credencial de peregrino de Denise, así como la medalla del último Año Santo y una vela pensada para que cuando la enciendan, "sientan que Denise vive".

El diploma entregado reza "en memoria de Denise, peregrina de Arizona (EEUU), cuyo deseo fue viajar a la sepultura del Apóstol y que no pudo cumplirlo", razón por la cual se encomienda que pueda disfrutar de la "vida eterna junto a los santos" y que las personas que la amaron y que la aman "encuentren consuelo y paz".

Los sollozos fueron una constante entre muchos de los asistentes, sobre todo en el caso de los amigos de Denise y de los peregrinos que ayer quisieron dar voz, igualmente, a su consternación ante estos hechos.

El sermón, pronunciado ante una fotografía que recordaba a Denise, giró en torno a que el Camino de Santiago es una histórica y "segura" ruta de peregrinación, por lo que era inimaginable esta misa, la cual, debido al motivo que ha llevado a oficiarla, es tan triste "que esto no nos lo podíamos ni imaginar".