Los miembros del Jurado en el juicio por la muerte violenta del médico José María Banús en Los Realejos en octubre de 2013 consideraron probado por unanimidad que el acusado, el joven senegalés Cheikh Tidiane Ndiaye, es culpable de un delito de homicidio, agravado por abuso de superioridad y de confianza.

Así lo resumió ayer el portavoz de los integrantes del Jurado, que determinó que no se probó de forma suficiente que hubiese producido un caso de asesinato , como planteaba la acusación particular, y tampoco una reacción por "miedo insuperable", como alegó la defensa.

El veredicto de culpabilidad se fundamentó, en primer lugar, en la propia declaración del acusado, que se reconoció durante la vista oral como autor del homicidio del conocido traumatólogo de origen catalán.

Además, se recordó que, al registrar la vivienda del procesado, los investigadores de la Guardia Civil hallaron diversos objetos que pertenecían a la víctima, como un reloj Cartier, una cartera, unos zapatos y el ordenador portátil del fallecido.

Los miembros del Jurado expusieron que los encargados de realizar el informe forense sobre el estado psicológico del joven senegalés no apreciaron que sufriera ningún tipo de problema de salud mental ni hallaron indicio alguno de que existiera miedo insuperable.

Seguidamente, manifestaron que, en base a lo declarado por los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal, no existió asesinato, pues ni el acusado atacó a la víctima con un objeto contundente antes de estrangularlo ni la asfixia mecánica se realizó desde la parte posterior del médico.

El abuso de superioridad se fundamenta en la altura, la fortaleza física y la pericia en artes marciales del subsahariano.

En cuando al abuso de confianza se basa en que las partes implicadas mantuvieron relaciones sexuales en diversas ocasiones y, al menos en la última ocasión, se produjo sin protección alguna, según se recordó ayer.

La fiscal solicitó una indemnización por responsabilidad civil de 200.000 euros para el hijo del doctor Banús. A esta demanda se sumó plenamente la letrada de la defensa. En el caso de la abogada de la acusación particular, la abogada reclamó 402.000 euros para el único descendiente de José María Banús, que asistió a la lectura del veredicto en compañía de su madre.