Hace más de ocho años que se busca a Yéremi Vargas, el niño que desapareció cuando tenía siete años en una zona de Gran Canaria en la que anteayer se halló un cráneo que despertó durante horas especulaciones de que fuese del menor, aunque finalmente se ha comprobado que corresponde a una mujer mayor.

Yéremi Vargas fue visto por última vez el 10 de marzo de 2007 en Vecindario, en la localidad de Santa Lucía de Tirajana, cerca de donde ayer apareció un cráneo que parecía ser "compatible" con el de un menor de edad.

Un ciudadano encontró sobre las siete de la tarde, de forma casual, los restos humanos cuando paseaba por un solar de la zona de El Doctoral de la localidad grancanaria y la Guardia Civil envió de inmediato agentes al lugar para investigar los huesos encontrados.

A pesar de que en principio se barajaba la posibilidad de que los huesos -parte de un cráneo- pudieran corresponder a Yéremi porque por su tamaño podrían ser de una persona de la edad aproximada del niño, las fuerzas de seguridad pidieron prudencia al respecto.

También el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, hizo un llamamiento a la prudencia para evitar generar expectativas que posteriormente pudieran verse defraudadas.

Los propios familiares de Yéremi Vargas, "nerviosos" por las noticias conocidas, apostaron por mantener "cautela y esperar a los análisis de ADN", tal y como señaló Jonathan Guisado, esposo de la madre del pequeño, Ithaysa Suárez.

La Guardia Civil se puso en contacto con los parientes del menor para informarles de lo ocurrido, aunque advirtiéndoles de que aún era pronto para afirmar si los restos podrían ser o no del pequeño desaparecido.

Horas después del hallazgo, fuentes de la investigación informaron de que el cráneo corresponde a una mujer mayor.

Además, estas fuentes desvelaron a Efe que las líneas en las que trabaja la Guardia Civil se dirigen a que los huesos hallados junto a una rotonda de acceso al núcleo de Pozo Izquierdo hayan sido utilizados en rituales de santería.

Los restos retirados ya han sido depositados en el Juzgado Número 2 de San Bartolomé de Tirajana, cuyos forenses se encargaran de determinar su origen.

La alcaldesa de Santa Lucía de Tirajana, Dunia González, dijo que, aunque la policía trabaja por evitarlos, "los rituales de santería existen en la isla", por lo que ha pedido prudencia a la hora de relacionar este hallazgo con la desaparición de Yéremi Vargas.

"Me gustaría que Yéremi fuera encontrado vivo y en buenas condiciones y que se termine así con el proceso de duelo abierto que mantienen sus padres y familia, ya que cada vez que se descubre algún hueso en Gran Canaria se les abre de nuevo su herida", agregó González.

La pista de los pederastas escoceses

Desde que desapareció Yéremi Vargas, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas no ha cejado en el empeño de su búsqueda y la de los posibles responsables de la investigación, centrada en el entorno de agresores sexuales.

En noviembre de 2013, se conoció que profesionales del Instituto Armado indagaban sobre tres pederastas escoceses, dos de ellos en la cárcel en su país, por si tuvieran alguna relación con la desaparición del pequeño, que tenía siete años en 2007.

Los agentes se desplazaron en octubre de ese año a Escocia para tomar declaración a los tres investigados, que guardaron silencio respecto a la desaparición del niño cuando jugaba con sus primos en un solar.

Los tres se encontraban en Gran Canaria cuando ocurrió la desaparición del menor, por lo que la Guardia Civil, que manejó el móvil sexual como la hipótesis más probable, difundió la foto de dos de ellos. Sobre el lugar en el que la tarde del pasado miércoles se halló de forma casual parte de un cráneo, se trata de las inmediaciones de la rotonda de acceso al núcleo de Pozo Izquierdo. Fuentes policiales señalaron que dicho tramo de vía es muy transitado por conductores, tanto de día como de noche, por lo que se deduce que no resulta un lugar aparentemente lógico para esconder un cadáver. Esos apuntes fueron efectuados poco antes de que se confirmara que la parte del cráneo hallada correspondía con el de una mujer mayor. En las inmediaciones del citado enclave existen unas viviendas habitadas en la actualidad. Además, ese paraje fue uno de los "peinados" en las semanas y meses posteriores a la desaparición del niño de Vecindario. Ayer, después de generarse expectativas, la familia de Yéremi volvió a la misma situación en la que lleva ya ocho años. El trabajo de los investigadores deberá proseguir para esclarecer los hechos en uno de los sucesos más mediáticos de las últimas décadas en el Archipiélago y que genera alarma cada vez que aparecen huesos en la isla.