Más de la mitad de los positivos por droga en la conducción se debe al consumo conjunto de cannabis y cocaína según las estadísticas analizadas en una jornada celebrada en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

De los análisis llevados a cabo en el Instituto Nacional de Toxicología se extrae que las principales drogas de abuso en la conducción son el cannabis, la cocaína, la anfetamina y los derivados anfetamínicos y opiáceos.

Además, se desprende que más de la mitad de los positivos se debió al consumo de más de una droga de abuso, y que es el cannabis el predominante en casos de monoconsumo.

Según dichas estadísticas, España es el país de la Unión Europea con más consumidores de cannabis y cocaína, informa el Ministerio de Justicia.

Un grupo de expertos reunidos en la jornada han mantenido que la ingesta de drogas de abuso afecta negativamente a la conducción, incrementando por tanto la posibilidad de causar un accidente.

Estos expertos han expuesto sus conocimientos en relación a la detección de drogas en saliva, la interpretación de los resultados analíticos en el laboratorio y la problemática médico-legal de las drogas en la seguridad vial.

Todos los conductores de vehículos a motor, ciclomotores y bicicletas están obligados por la Ley de Enjuiciamiento Criminal a someterse a una prueba para detectar la presencia de drogas en la saliva si así lo requiere la autoridad vial, recuerda el Ministerio.

Según expuso el suboficial de la Unidad de Atestados de la Policía Municipal de Madrid, Francisco Andrés Rodríguez, prácticamente el cien por cien de los casos positivos que se detectan en la vía pública a través de este test se confirman posteriormente en el análisis del fluido oral en el laboratorio.

En el caso de Madrid es especialmente elevado el índice de positivos por drogas que se registran en los controles a conductores.

Este método, como apuntó el médico forense de los juzgados de Madrid Francisco Pera Bajo, permite detectar la presencia de drogas en un conductor que ha consumido recientemente o, dependiendo de la sustancia, incluso en horas posteriores a su consumo.

No obstante, el análisis del fluido oral no permite establecer una relación directa entre las alteraciones psicofísicas del conductor y los resultados positivos de drogas en saliva, así como tampoco entre una determinada concentración en sangre de estas sustancias y la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico.

En caso de que un conductor dé positivo en un test realizado en la vía pública ha de facilitar saliva suficiente para su envío y posterior análisis en un laboratorio de referencia, una prueba imprescindible para confirmar los resultados del test indiciario.