El empresario Miguel González, líder del Grupo González y propietario de diversas gasolineras de la petrolera Repsol principalmente en el Sur de Tenerife, sufrió en la mañana de ayer un asalto por parte de dos individuos que le robaron una cantidad aproximada a los 50.000 euros en el casco urbano de Granadilla. Cabe recordar que su nombre saltó a los medios de comunicación el 22 de diciembre de 2013, cuando se confirmó que había vendido parte del número del Gordo de Navidad de la Lotería Nacional. Con posterioridad, números vendidos en sus estaciones de servicio han obtenido diversos premios.

En la mañana de ayer, Miguel González acudió hasta la avenida Mencey de Abona (travesía de la carretera general del Sur que conecta el casco granadillero con el Instituto) y aparcó. Se dirigía a ingresar parte de la recaudación de sus empresas durante el fin de semana en una entidad bancaria situada en dicho enclave.

De repente, tras su coche frenó una motocicleta de alta cilindrada ocupada por dos individuos.

El que iba de acompañante se bajó rápidamente, se dirigió hasta el empresario y le propinó un fuerte golpe con el casco en la cara.

El autor material del robo con violencia e intimidación aprovechó el aturdimiento de la víctima para sustraerle los aproximadamente 50.000 euros que portaba en ese momento.

Después, los delincuentes huyeron a toda velocidad del lugar.

La primera que atendió a González fue una joven que estaba dentro de un coche en la misma calle.

Esta persona pidió ayuda a un comerciante del lugar, para intentar taponar la herida sangrante del afectado.

Dicho comerciante lo llevó hasta su local para intentar tranquilizarlo hasta la llegada de las fuerzas de seguridad y de una ambulancia.

El dueño de siete estaciones de servicio de Repsol declinó ser trasladado en el recurso sanitario.

Sin embargo, sí consta que después se dirigió a un centro sanitario y a un hospital de Playa de las Américas para hacerse pruebas radiológicas que determinaran el alcance de su lesión.

Durante la jornada de ayer, uno de los hijos de González explicó a EL DÍA que, afortunadamente, los primeros informes descartan que el golpe recibido con el casco de moto hubiese provocado lesiones de consideración.

Las fuerzas de seguridad y los vecinos de la zona están convencidas de que un asalto de estas características no fue cometido de forma improvisada y aleatoria, sino que los autores conocían a la víctima y sus movimientos, por lo que pudieron planificar el delito.

La investigación de este hecho corresponde a agentes de la Guardia Civil. Inicialmente, la patrulla que acudió al lugar recogió la primera información.

Sin embargo, debido a la gravedad del robo violento no se descarta que el caso sea asumido por miembros del Equipo de Policía Judicial de la demarcación de Granadilla.

El mencionado delito contra el patrimonio generó ayer cierta alarma entre los vecinos de la calle Mencey de Abona que se enteraron del mismo.

Una persona conocida en la comarca

El robo violento al líder del Grupo González generó, inevitablemente, el recuerdo de sus orígenes, trabajando en un taller de mecánica de Granadilla, así como su "salto a la fama" en diciembre de 2013, cuando en su gasolinera Cantos Blancos (cerca de San Isidro y en dirección a Santa Cruz de Tenerife) se vendió parte del número del Gordo de Navidad de la Lotería, premiado cada décimo con 120.000 euros. Esa circunstancia llevó la alegría a muchos hogares de la Isla, incluidos trabajadores de las gasolineras, de la emisora de radio Onda Tenerife (de su propiedad) e, incluso, a la propia familia de González. Según reconoció a los medios en aquella ocasión, el empresario se quedó con tres de aquellos décimos. El atraco reabre el debate sobre la necesidad o no de utilizar empresas de seguridad para el transporte de dinero en efectivo entre las empresas y las entidades bancarias. Hace poco más de siete meses, el director de una sucursal de Alcalá fue asaltado y agredido por un encapuchado para robarle los 20.000 euros que acababa de recoger en una estación de servicio de dicha localidad de Guía de Isora para llevarlos a la oficina bancaria.