Al menos 20 personas, casi todas chiíes hazaras, fueron secuestradas hoy cuando viajaban en diferentes vehículos en la provincia de Zabul, en el sur de Afganistán, donde hace dos semanas supuestos miembros del grupo insurgente Estado Islámico (EI) decapitaron a siete rehenes de esa minoría étnica.
Un grupo de hombres armados interceptaron a primera hora de la mañana varios autobuses en la carretera que une Kabul con Kandahar (sur), la principal arteria del país, y se llevaron por la fuerza a varios de sus pasajeros, explicó Gul Islam Syal, portavoz del gobernador provincial.
"Nuestras fuerzas de seguridad y el personal de inteligencia han lanzado una operación de búsqueda y rescate para encontrar a los pasajeros", aseveró Syal, para agregar que por el momento no tienen ninguna pista sobre su paradero.
Un miembro del Consejo Provincial, Haji Asadullah Kakar, situó el número de rehenes entre 20 y 25 y aseguró que "prácticamente todos" ellos pertenecen a la comunidad hazara.
"Los asaltantes estuvieron buscando principalmente a gente hazara entre los pasajeros", indicó en declaraciones Kakar, quien puntualizó que entre los secuestrados "no había ningún niño ni ninguna mujer".
La semana pasada, la comunidad hazara protagonizó marchas masivas por todo el país para protestar por la decapitación de siete personas a manos del EI en Zabul, en medio de enfrentamientos entre ese grupo y dos facciones talibanas.
La magnitud de la manifestación en la capital afgana, la mayor de este tipo en los últimos años en Afganistán, obligó al presidente, Ashraf Gani, a reunirse con representantes del movimiento, que le demandaron más seguridad en las carreteras de las zonas hazaras y la eliminación del EI de su bastión en la provincia.
Desde comienzos de año, la comunidad hazara de Afganistán, un país predominante suní en el que los chiíes conforman el 9 % de la población, ha sido objeto de diversos secuestros en grupo y asesinatos sectarios, muchos atribuidos a supuestos miembros del Estado Islámico y casi todos ocurridos en carreteras.