La Gendarmería de Mauritania ha detenido, con la colaboración de la Guardia Civil, al presunto organizador de los dos últimos cayucos con inmigrantes que han conseguido llegar a Canarias desde las costas de ese país.

En concreto, se responsabiliza a esta persona, un ciudadano senegalés, de haber fletado dos barcas que condujeron a las islas a 50 inmigrantes: 38 de ellos a Gran Canaria en septiembre, y 18 a Tenerife en noviembre, según informa el Instituto Armado.

Su localización ha sido posible gracias al trabajo que realiza sobre el terreno la patrulla policial mixta que acaban de constituir en Nuadibú la Gendarmería mauritana y la Guardia Civil

El detenido estaba en busca y captura desde octubre, cuando la Policía del país arrestó a un cómplice suyo, denunciado por dos inmigrantes a los que había dejado fuera del cayuco que llegó a Gran Canaria, a pesar de haber pagado cada uno entre 800 y 900 euros.

La red que dirigían estas dos personas, asegura la Guardia Civil, se encargaba de todo el proceso: captaba a los inmigrantes, los alojaba antes del embarque y los conducía al punto de partida.

Su principal objetivo, añade, eran personas subsaharianas residentes en Nuadibú, sobre todo en el barrio de Khairan, que durante la crisis de los cayucos de la pasada década se convirtió en uno de los focos de emisión de inmigrantes a Canarias.

El presunto cabecilla del grupo fue detenido en el puesto fronterizo de la localidad de El Chelkha (a unos 170 kilómetros de la Nuadibú), cuando intentaba huir de Mauritania.

La Guardia Civil explica que el refuerzo que ha realizado a su despliegue permanente en Mauritania, compuesto por un helicóptero, dos patrulleras, un oficial de enlace y personal de apoyo, responde al objetivo de obtener más información que permita atajar un posible repunte de la inmigración a raíz de la inestabilidad de la región tras la "Primavera árabe".