El Tribunal Supremo ha agravado la condena impuesta a un maltratador que intentó matar a su mujer a tiros en plena calle después de hacerle pasar un calvario, en el que incluso le hizo someterse a la prueba del polígrafo para comprobar si le era infiel.

El Supremo ha modificado la sentencia dictada por la Audiencia de Madrid, que condenó a José Luis C.M. a 14 años y nueve meses de prisión por un total de nueve delitos, entre ellos el intento de homicidio, las amenazas graves y leves, el quebrantamiento de condena, el maltrato en el ámbito doméstico, la tenencia ilícita de armas y la falsedad.

En concreto, incrementa en diez meses la condena a nueve años de prisión que se le impuso por uno de los delitos, el de intento de homicidio, al estimar que concurrió la circunstancia agravante de abuso de superioridad por parte del reo, quien vació el cargador de su pistola contra la víctima cuando esta caminaba de espaldas.

El intento de homicidio ocurrió en Madrid en febrero de 2013, pero el maltrato comenzó mucho antes, en 2010, cuando el hijo de la pareja comenzó a ir a la guardería y la mujer redujo su horario laboral. El procesado se fue volviendo cada vez más agresivo, controlaba los movimientos de su pareja, la insultaba, empujaba y tiraba del pelo.

Así, obligó a la víctima a someterse en dos ocasiones al test del polígrafo para comprobar si le era infiel y en otra llevó su ropa interior a un laboratorio de ADN para detectar si había semen de otro hombre.

Llegó a clonar la tarjeta de teléfono de la mujer para que los mensajes y llamadas entraran también en su teléfono.

En octubre de 2012, tras un primer intento que duró dos meses, la mujer abandonó el domicilio familiar y se fue con su hijo a vivir con su madre, pero el acusado mantuvo la misma actitud e iba hasta ese domicilio para proferir sus amenazas e insultos.