El Tribunal Supremo ha anulado la sanción que se impuso a un sargento de la Guardia Civil del Puesto de Fabero del Bierzo (León) por no evitar que un subordinado suyo, irritado cuando el párroco del pueblo expulsó de misa a sus hijos, agrediera verbalmente al párroco e incluso llegara a amenazarle.

"El 12 de octubre de 2012 algunos guardias civiles destinados en el Puesto de Fabero del Bierzo, perteneciente a la Comandancia de León, acudieron a la celebración eucarística con motivo de la Virgen del Pilar", relata la sentencia.

"Durante la celebración, el cura Manuel S. se vio obligado a llamar la atención a dos hijos del guardia civil Darío G.L., invitándoles a salir del templo, lo que motivó que, una vez terminada la ceremonia, este guardia civil esperara a la puerta de la Iglesia para hablar con el cura", continúa.

Momentos más tarde ambos salían del templo "alterados y profiriendo el guardia civil frases tales como ''ya estaba hasta los cojones'', ''todos los años igual'' y ''ya está bien''; momento en que el suegro del guardia cogió al cura por el brazo, soltándose éste fuertemente con un gesto violento".

"Ante el cariz que tomaba el altercado que, además, tenía lugar ante numerosas personas, algunas de las cuales eran autoridades municipales, el guardia José Luis B., viendo cómo el guardia levantaba el puño en un gesto amenazante, se interpuso entre éste y el cura Párroco, apartándolo del lugar", concluye el relato de hechos.

Al sargento Alfredo LL. F., presente durante los hechos, se le impusieron tres días de suspensión de funciones por una falta leve consistente en "no impedir, en el personal subordinado, cualquier conducta tipificada como falta leve".

Sin embargo, el sargento recurrió contra la sanción ante el Tribunal Militar, corte que confirmó el castigo, pero de manera incorrecta.

Así, el Supremo le dice al Tribunal Militar que el recurso del sargento sancionado argumentaba que no se había respetado su presunción de inocencia, mientras que rechazaron su recurso porque la sanción no era, dijeron, desproporcionada. Es decir, respondieron a lo que no se les cuestionaba y no respondieron a los argumentos de a defensa.

De este modo, el alto tribunal anula la sanción ante la incongruencia del Tribunal Militar Central en el rechazo del recurso del sargento sancionado.