Los investigadores de la Guardia Civil y de la Policía Nacional no habían conseguido localizar en la noche de ayer a un hombre que creen que tiene mucho que ver con el trágico suceso. El varón en cuestión responde a las iniciales de Diego Claudio G.G., de 36 años, nacionalidad extranjera, nacido en Australia, y con tatuajes en su cuerpo de una telaraña y nombres de mujer. Al parecer se suele mover por barrios del Sur, como San Isidro, Los Abrigos, Cabo Blanco, Guargacho o El Fraile en una moto Honda de gran cilindrada y de color blanco.

El equipo de investigadores sí detuvo el sábado a una mujer, de unos 40 años, a la que se la relaciona con el asunto. Supuestamente, dicha acusada figura como la dueña de un coche que los autores dejaron cerca de la casa de la víctima.

Los autores de la muerte de Toledo le realizaron supuestamente un seguimiento de varios días hasta que decidieron actuar.