Mientras todo el país estaba pendiente del Sorteo de la Navidad y sus premios, agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía detenían en el municipio de Arona a Diego Claudio G.G., de 36 años, el hombre más buscado en Canarias desde hace casi una semana por el homicidio del empresario granadillero Raimundo Toledo.

El arresto de dicho individuo, al que le constan varios antecedentes por delitos de menor gravedad, se produjo en el núcleo de Valle San Lorenzo poco antes de las diez de la mañana.

El citado individuo, nacido en Australia, sabía que lo estaban buscando y se había escondido.

Curiosamente, su arresto se produjo en un pueblo que dista apenas un kilómetro del Mirador de La Centinela, en cuyas proximidades fue lanzado e incendiado el todoterreno Honda CRV con el cadáver de Toledo en el maletero.

Miembros de las fuerzas de seguridad empezaban a preocuparse porque Diego Claudio no era localizado, a pesar de que estaba plenamente identificado y supuestamente se le relacionaba con el suceso.

Ayer por la mañana se canceló el aviso de búsqueda y detención enviado por el Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil a diversas policías locales del Sur de la Isla para tratar de atrapar al mencionado sospechoso.

Tras la detención e ingreso en prisión de la propietaria del coche hallado junto a la casa de Raimundo Toledo la noche de los hechos, la mujer de origen cubano Sandra P., así como la captura de Diego Claudio, los investigadores respiran algo más tranquilos.

En cualquier caso, la operación conjunta del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil no ha finalizado, al contrario, su labor continúa, ya que, al parecer, todavía falta por determinar quiénes son y dónde están otras personas que supuestamente no tomaron parte de forma directa en la muerte de Toledo, pero que pueden estar implicadas como colaboradoras en diferente grado.

Poco más de seis días después desde que se alertó de un posible secuestro en el centro de la capital tinerfeña y de que se hallara el cadáver del propietario de la TGas de El Médano en un coche quemado, los agentes han logrado sus principales objetivos en una operación conjunta, que se inició con la visita al lugar de los hechos del capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil y del jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional.

Respecto a Sandra P., supuestamente no era empleada de las empresas de Raimundo Toledo, aunque sí repostaba periódicamente en la estación de servicio situada junto al Mercado del Agricultor de San Isidro.

La pareja del sobrino de Toledo

Sandra P., la pareja de un sobrino de Raimundo Toledo, supuestamente no quiso colaborar con los investigadores desde que fue arrestada hasta que pasó a disposición judicial. No se descarta que a dicha mujer se le atribuya el papel de "informadora y colaboradora" del apresado ayer. Sandra es pareja de un hijo de un hermano ya fallecido de Raimundo que fue edil de Granadilla hace muchos años.