Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional detuvieron ayer a una mujer de nacionalidad cubana por estar vinculada con la detención ilegal y la muerte de Raimundo Toledo. Dicha arrestada es una joven de algo más de 20 años que presuntamente actuó como encubridora de uno o varios autores materiales.

Los tres presuntos responsables principales de la agresión y muerte de Toledo fueron arrestados entre los días 20 y 30 de este mes.

Agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil y del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía llevaron a cabo la detención de un joven cubano de 29 años por la retención ilegal y la muerte del empresario granadillero Raimundo Toledo.

El tercer arrestado en el marco de la operación Centinela es un individuo que carecía de antecedentes policiales hasta ahora y cuya última residencia conocida en Tenerife estuvo en el barrio de El Fraile, en Arona.

La captura de este presunto tercer implicado se produjo en el barrio de Carabanchel, en Madrid, donde dicho individuo se había escondido para tratar de evitar su detención supuestamente.

El arresto se desarrolló a las 20:00 horas y el individuo está acusado de los delitos de homicidio doloso y detención ilegal.

Ahora, los agentes que toman parte en el esclarecimiento de este trágico suceso tratan de determinar si el joven cubano mantenía una relación sentimental con la mujer de 40 años que fue apresada el pasado 20 de diciembre por los agentes.

Respecto a esta mujer, identificada como Sandra P. y también de nacionalidad cubana, hasta ahora se sabía que era la pareja de un sobrino del empresario Raimundo Toledo. Dicha acusada ingresó en prisión provisional por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Granadilla de Abona.

La proximidad y conocimiento de los movimientos de Raimundo Toledo por parte de la mencionada mujer supuestamente permitió disponer a los otros dos procesados de datos claves para realizar el seguimiento y agresión a la víctima. El segundo detenido por este asunto fue Diego Claudio G.G., de 36 años y nacido en Australia, aunque de origen argentino. Su arresto se produjo en la mañana del pasado 22 de diciembre en Valle San Lorenzo, aunque su domicilio conocido estaba en la zona de Los Bebederos, en Cabo Blanco.

Su detención se llevó a cabo tras varias jornadas de búsqueda por parte de investigadores de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía por diversos barrios del Sur de Tenerife.

Diego Claudio G.G. pasó a disposición judicial el 23 de diciembre y ese mismo día ingresó en Tenerife II a la espera de juicio.