Agentes de la Policía Nacional desarticularon una organización dedicada a la captación de mujeres nigerianas para su posterior explotación sexual en diferentes zonas de Madrid y Canarias. Durante la operación se ha detenido a cinco miembros de la organización y ha sido liberada una de sus víctimas. Esta mujer, que fue captada por la organización a través de su propia madre, fue convencida para venir a España a ejercer la prostitución con la promesa de que en un año habría ganado suficiente dinero para pagar la deuda que contraería con la organización, que ascendía a 55.000 euros. Antes de viajar a España fue sometida a un ritual de vudú a modo de compromiso por el que quedaba completamente sometida a la voluntad de la organización, so pena de morir si incumplía lo acordado con la misma.

La investigación comenzó el pasado mes de abril, a raíz de la declaración de una mujer víctima de dicha organización que, vistas las condiciones de explotación a las que era sometida, decidió acudir a la Policía y acogerse a las medidas de protección previstas para estos casos.

Una vez comprobados todos los extremos declarados por la víctima, las investigaciones llevaron a la Policía hasta una organización de carácter internacional formada en su totalidad por miembros de nacionalidad nigeriana asentada tanto en los países de origen de las víctimas, principalmente Nigeria, como en los de tránsito y de destino, en este caso España, con funciones claramente definidas para cada uno de los miembros y una estructura claramente jerarquizada.

Las víctimas normalmente eran captadas en las zonas más pobres de las principales ciudades de Nigeria, a través de personas de confianza de la organización. En este caso en concreto, fue una mujer de nacionalidad nigeriana, residente en España, quien contactó con la madre de la víctima, ofreciéndole la posibilidad de llevar a su hija a Europa a trabajar para la organización ejerciendo la prostitución.

Según la comunicante, asumirían una deuda de 55.000 euros que podría quedar saldada en un año con su trabajo, quedando posteriormente liberada de su compromiso. Una vez aceptadas las condiciones y previamente al comienzo del viaje, miembros de la organización practicaban a las víctimas rituales de vudú destinados a doblegar por completo su voluntad, quedando desde ese momento completamente sometidas a ellos.

Durante los ritos, que se realizan a modo de compromiso o pacto, los tratantes se comprometen a organizar el viaje y financiar los gastos y las víctimas se comprometen a obedecer a los tratantes, a pagar la deuda y a no acudir a la Policía ni delatarlos, so pena de morir ellas o sus familiares si incumplen lo pactado.

Rituales para "controlarlas"

El grado de control logrado por medio de estos rituales es tal que las "madames" no precisan estar en el mismo lugar que ellas, bastando con una llamada telefónica para que las víctimas obedezcan ciegamente, ejerciendo la prostitución durante largas jornadas y normalmente en la vía pública, estando así expuestas a todo tipo de agresiones, inclemencias, falta de higiene, enfermedades, etc.