Ahmed Chelh, el presunto asesino de Eva Blanco en Algete en 1997, se había integrado bien en la cárcel y no adoptó comportamientos extraños en las últimas semanas que denotaran que podía suicidarse, según han indicado a Europa Press funcionarios del propio centro.

Así, el preso, que ha sido hallado a primera hora de este viernes ahorcado en su celda con los cordones de los zapatos, hacía una vida normal de interno en el Módulo de Ingresos, el más tranquilo de la prisión de Alcalá Meco, en el que se encontraba desde principios del pasado mes de octubre, tras ser detenido en Francia.

El presunto asesino cumplía los horarios del centro sin quejarse, no tenía conflictos, mantenía buenas relaciones con los otros internos y se había integrado bien, según las mismas fuentes.

Y es que desde el principio y hasta el 16 de diciembre Chelh se regía por el protocolo antisuicidios, ya que intentó quitarse la vida en los calabozos franceses cuando fue arrestado. Más adelante, y hasta el 8 de enero estuvo acompañado en su celda.

Tras pasar los oportunos y rigurosos exámenes psicológicos, le fue levantado el protocolo antisuicidos. "La Administración ha actuado correctamente porque el preso había evolucionado bien. Además, levantar ese protocolo es complicado sin no reúne las condiciones. Al final, si alguien se quiere suicidar, lo consigue tarde o temprano", ha indicado a Europa Press el portavoz nacional de CSIF Prisiones, José Manuel Couso.