Amigas de la agente de policía local Raquel Gago y su pareja han afirmado que ésta no les contó en momento alguno que había estado tomando café con Triana y Montserrat momentos antes del crimen de Isabel Carrasco, ni tampoco que se encontró con la primera de ambas en la calle Lucas de Tuy, poco después del asesinato de la política leonesa.

No habló sobre madre e hija hasta el momento en que encontró el revólver con el que se cometió el crimen, 30 horas después del asesinato, han precisado los testigos durante su declaración en la Audiencia de León, donde se juzga el crimen del que fue víctima la presidenta del PP y de la Diputación provincial.

Una de estas amigas, Lorena, ha relatado que estuvo presente en el momento en el que Raquel encontró en su coche el revólver, oculto dentro de un bolso, después de que intentaran meter una bicicleta en la parte trasera del vehículo. "El bolso estaba en el suelo, detrás del asiento del copiloto, en los pies" y Raquel "lo sostenía por la parte superior", ha indicado.

Sobre la actitud de Raquel Gago en ese momento, dijo que estaba "muy nerviosa". Cuando encontró el bolso, Raquel "cambió su comportamiento, estaba nerviosísima, lloraba sin parar, estaba cerca de la histeria", ha insistido.

Esta testigo también estuvo presente cuando acudieron varios agentes de Policía Nacional, entre ellos dos llegados de Burgos, al domicilio de Raquel y ha dicho que los agentes de Burgos "sacaron el bolso del vehículo " y "lo apoyaron en el coche para mirar dentro y volvieron a dejarlo dentro".

Además, Lorena también ha explicado que Raquel colaboró en todo momento con los agentes y que les dio "todo tipo de explicaciones" y que incluso permitió que revisaran su teléfono móvil de forma totalmente voluntaria.

En cuanto a la pareja de Raquel, Fernando, ha dicho que fue ésta quien le advirtió que Triana y su madre habían matado a Isabel Carrasco. "Me llamó ella, me dijo Fer, vas conduciendo, pues párate y agárrate fuerte al volante que te vas a quedar de piedra, creo que acaban de detener a Triana y a su madre por la muerte de Carrasco", ha manifestado.

MUY NERVIOSA

Fernando ha precisado que notó a Raquel muy nerviosa. "Me decía, ¡no me lo puedo creer, no me lo puedo creer, pobre la abuelina, (la abuela de Triana Martínez) se va a morir cuando se entere!".

La pareja de Raquel desde hace 16 años, que estaba casado con otra mujer, ha manifestado que Raquel le llamó cuando ya estaba detenida y le dijo que habían encontrado una cosa en su coche y que llamara a su hermana. "Yo me quedé de piedra", ha dicho Fernando, que ha añadido que posteriormente llamó a la hermana de Raquel Gago y fue ésta quien le contó todo.

A lo largo de esta jornada también ha sido interrogada otra amiga de Raquel, Silvia, que estuvo con ella la noche del crimen de Isabel Carrasco en su casa. Silvia ha afirmado que su amiga en ningún momento le comentó que había estado tomando café con Triana Martínez y con su madre Montserrat ese mismo día, antes del asesinato, ni que se encontró con Triana en Lucas de Tuy.

Silvia también ha explicado que conocía los problemas que tenía Triana con Isabel Carrasco porque ella se lo había comentado en alguna ocasión. "Hacia responsable de su despido en la Diputación a Isabel Carrasco", ha agregado.

Otro testimonio relevante ha sido el de una de las dueñas de una tienda de restauración ubicada en la calle Sampiro. Según Raquel, cuando Triana introdujo en su coche el arma homicida ella estaba esperando a que esa tienda abriera para comprar un material que necesitaba para sus clases de manualidades.

Esta mujer, hija de la dueña del establecimiento, ha asegurado que la tienda solía abrir sobre las 16.00 horas pero que esos días su horario era "muy irregular" porque su madre estaba muy enferma, algo que Raquel conocía, ha precisado. La declaración coincide con lo dicho por Raquel Gago, que afirmó que estuvo esperando más de una hora para ver si la tienda abría porque no había un horario fijo.