El tribunal que juzga el asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, ha aceptado la petición de la defensa de Montserrat González y su hija, Triana Martínez, para que el jurado inspeccione la oficina de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de León.

La petición fue formulada ayer por el letrado José Ramón García y y el presidente del tribunal, Carlos Javier Álvarez, ha anunciado esta mañana al inicio de la sesión del juicio que la acepta con el objetivo de evitar cualquier atisbo de "indefensión".

El letrado de Montserrat González y Triana Martínez reclamó que se realice en dichas dependencias un reportaje fotográfico y pruebas acústicas con el objetivo de probar que madre e hija fueron engañadas para forzar su declaración.

Según las defensa, que acusa a la Policía de prácticas irregulares, madre e hija fueron engañadas para que creyeran que estaban solas en un despacho de estas dependencias, que está dividido por un biombo.

Fue en ese momento, cuando Triana le dijo a su madre "entre dientes" que no se le ocurriese decir donde estaba al arma homicida porque la tenía una policía, en alusión a la tercera acusada en este crimen, Raquel Gago.

Además, Montserrat González y su hija declararon que las engañaron tras su detención para forzar una declaración, y cuestionaron los métodos seguidos por los dos policías llegados a León al día siguiente del crimen desde la Comisaría de Burgos para dirigir la investigación por orden del jefe superior de Policía de Castilla y León.

La defensa sostiene que ambos policías les ofrecieron un pacto que si declaraban que Montserrat primera había entregado un bolso con el arma homicida a su hija en un pasadizo para que la hiciera desaparecer. Dicho pacto pasaba por dejar en libertad a Triana ese mismo día.

En esa primera declaración en Comisaría, Montserrat González aceptó el pacto y declaró que había entregado el bolso con el arma a su hija en un pasadizo de la plaza de Colón y le pidió que lo hiciera desaparecer.

Días después, ante la jueza instructora del caso, Sonia González, sostuvo que había tirado el bolso a la rampa de un garaje nada más abandonar la pasarela peatonal sobre el río Bernesga, donde tiroteó a Isabel Carrasco.

La importancia de cuál de las dos declaraciones tenga en cuenta el jurado radica en que el objetivo principal de la defensa de Montserrat González y Triana Martínez es demostrar que la primera recogió al bolso cuando vio a su madre tirarlo porque en ningún momento conoció en plan para matar a Isabel Carrasco ni participó en su elaboración, como sí defiende la Fiscalía.