La Unidad Orgánica de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, con apoyo de agentes del puesto de Candelaria, desarrollaron la "operación Paca", que culminó con la detención de seis hombres, de entre 24 y 50 años, vecinos de la capital tinerfeña, como presuntos autores de los delitos de revelación de secretos, falsificación, usurpación, robo y receptación, entre otros.

El principal de los arrestados es C.F.H., de 43 años, que está acusado de 19 delitos por revelación de secretos y contra la intimidad, tres de receptación (comprar objetos sustraídos), y otros nueve por falsificación de documentos como pasaportes belgas, títulos académicos de bachiller, examen médico, así como de documentos nacionales de identidad de personas fallecidas.

Otro de los arrestados es un joven rumano de 27 años considerado presunto autor de falsificación, usurpación y receptación.

Los otros cuatro implicados fueron acusados de robo de teléfonos móviles y receptación.

La investigación se inició a raíz de la sustracción de un móvil en una casa de Candelaria. Los agentes hicieron gestiones y descubrieron que dicho terminal fue adquirido posteriormente en un locutorio de la capital tinerfeña.

Dicho establecimiento fue registrado por los guardias civiles, que hallaron en el local diversos móviles, tabletas y ordenadores que habían sido robados.

Los agentes detectaron que a muchos de esos efectos les habían alterado de forma fraudulenta su número de Identidad Internacional de Equipo Móvil (IMEI).

Dicho número, que es único y no puede ser alterado, ya contiene la información sobre el dispositivo y, en especial, en los supuestos de robo es bloqueado por las operadoras.

En el caso que investigaban los guardias civiles de Policía Judicial, los arrestados presuntamente lograron introducir un IMEI genérico con el que no se detectaba la procedencia ilícita del terminal.

Además, en el mencionado locutorio de la capital tinerfeña se hallaron documentos falsos, tales como permisos de conducir, facturas y documentos de identidad con datos modificados, puesto que el propietario del negocio se apropiaba de información de carácter personal de los equipos y terminales de que disponía para reparar.

Los efectos recuperados fueron entregados a sus legítimos propietarios tras las comprobaciones pertinentes y la demostración de su titularidad, a través de las denuncias presentadas por las sustracciones.

Los apresados, junto con las diligencias elaboradas por los investigadores, fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar y quedaron incursos en un procedimiento penal.