La Guardia Civil, en el marco de la operación Griva, desarrollada en Guipúzcoa, Madrid, Málaga, Sevilla y Cádiz, detuvo a 20 personas de diversas nacionalidades -españoles, marroquíes, rumanos y ecuatorianos- integrantes de una organización de narcotraficantes que empleaba helicópteros para introducir hachís desde Marruecos hasta España.

En la operación se realizaron catorce registros: cuatro en Madrid (uno en Pozuelo de Alarcón, dos en Torrejón de Ardoz y uno en Vallecas), tres en San Sebastián, dos en Estepona (Málaga), dos en Algeciras (Cádiz) y tres en Los Palacios-Villafranca (Sevilla).

En estos registros se lograron intervenir dos helicópteros, quince vehículos (entre ellos un camión tráiler), 1.500 kilos de hachís, una plantación de marihuana con mil plantas, 220.000 euros en metálico, máquinas de contado de dinero y material informático y de navegación aérea.

La operación se inició tras tener conocimiento la Guardia Civil de que los integrantes de la red tenían planificado introducir en España, procedente de Marruecos, una importante partida de hachís en un helicóptero.

Una vez que los agentes determinaron que el lugar elegido por el piloto para el aterrizaje y descarga era una zona próxima a Estepona (Málaga), se procedió a montar un dispositivo de vigilancia sobre el lugar.

Fruto de este dispositivo, en la noche del 5 al 6 de marzo, se detectó el aterrizaje de la aeronave, momento en el que los agentes procedieron a la detención de una persona que se encontraba en el lugar para trasladar en una furgoneta 750 kilos de hachís que acababan de ser descargados del helicóptero.

La misma noche, en una localidad sevillana se detuvo al piloto del helicóptero que había efectuado la descarga y a otros miembros de la organización que tras aterrizar la aeronave se disponían a ocultarla dentro de una nave. La red en España era dirigida por un marroquí residente en Estepona (Málaga). Esta persona había sido la encargada de gestionar la adquisición de los dos helicópteros y de la contratación de un piloto experimentado, residente en San Sebastián. Con el fin de que los dos helicópteros de la organización no fueran detectados durante los periodos de inactividad, la organización desmontaba las aspas y los introducía en el interior de la caja del camión trailer o una nave industrial.

La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja (Alicante), fue llevada a cabo por los Equipos Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Alicante y Málaga, los Equipos contra Delincuencia Organizada (EDOA) de las Comandancias de la Guardia Civil de Madrid y Cádiz.

El piloto, de permiso penitenciario

El piloto, que estaba cumpliendo condena en un centro penitenciario, aprovechaba los permisos de fin de semana para realizar los vuelos.

Plantación

La plantación, compuesta por mil plantas y vigilada las 24 horas, contaba con un ciclo completo que abarcaba desde el sembrado de semillas hasta el secado y envasado de la marihuana para el consumo.