José Manuel Mosquera Castelo, juzgado en Tenerife por estafa a varios empresarios y que se declara "príncipe de Champdor y descendiente de la dinastía siria de Tadmur", se atrevió a manifestar ayer en el exterior del Palacio de Justicia que no es culpable y que "realmente esto ha sido una trama orquestada por el grupo policial que hizo la detención".

Mosquera Castelo considera que en esa actuación la Policía Nacional "mezcla tres operaciones que no tienen nada que ver".

Mosquera Castelo comentó que "se me acusa de recibir fondos de dinero, cuando el 99 % de los afectados dicen que no me han dado dinero". En sus declaraciones comentó que algunos denunciantes "han sido coaccionados para que declaren contra mí, y han firmado declaraciones juradas".

Según el "príncipe de Champdor", existe una "trama muy marcada, que, gracias al trabajo de los abogados, está desenmascarándose".

"En las próximas sesiones se verá que alguien hizo desaparecer ese dinero y le conviene hacerme pasar a mí como un estafador", añadió tras la sesión de ayer.

Ayer, el principal denunciante del caso, J.S.S., respondió a preguntas del presidente de la Sala que en este asunto "hay un estafador (en relación a Mosquera Castelo) y los demás son estafados".

Dicho testigo comentó que se reunió con Mosquera tres o cuatro veces, una en Madrid y el resto en Tenerife.

Este empresario comentó que la supuesta estafa investigada por el Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional supuso que no pudiera realizar un proyecto de línea aérea que quería implantar en Canarias, porque no pudo abonar el depósito que le exigía una conocida compañía de bandera europea para la adquisición de hasta cuatro aviones; una cuantía que cifró en 1.200.000 euros. Ayer, J.S.S. indicó que, "si hay alguien que ha ganado dinero ha sido Mosquera". Reconoció que el príncipe de Champdor llegó a ser socio de su empresa, después de que le comunicaran que, si no se lo permitía, podía incurrir en un delito. La abogada defensora de un acusado le recordó que había firmado un texto en el que aseguraba desconocer a los acusados José María Alarcón y a Mosquera Castelo. Reconoció la firma como suya, pero dijo que se acordaba solo parcialmente del texto.

Indecisión al pedir las compensaciones

Los dos testigos que declararon como perjudicados mostraron cierta indecisión a la hora de confirmar ante los magistrados, la fiscal y las defensas que reclamaban una compensación por la estafa sufrida. En un caso, J.S.S. manifestó que reclama 137.000 euros. Y el segundo afectado comentó que también solicita los 18.000 euros. Mosquera llegó a advertir a uno de ellos de que no siguieran manchando su nombre y que avisará a sus abogados.