El virus del dengue es endémico en 100 países, incluyendo la casi totalidad de las naciones de América Latina y el sudeste asiático, está presente en todas las regiones del mundo, y es una enfermedad en expansión que la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere frenar con una nueva vacuna que ayer certificó.

El Grupo Asesor de Expertos sobre Inmunización (SAGE, en sus siglas en inglés) de la OMS evaluó ayer la primera vacuna contra el dengue, Dengvaxia, producida por la farmacéutica francesa Sanofi Pasteur, y ayer anunció que recomienda su uso.

Específicamente, el grupo recomienda que se utilice en aquellos países donde el virus es endémico y en las zonas donde haya una incidencia mayor al 50 por ciento. "Se ha podido comprobar en 8 modelos matemáticos que donde hay una incidencia de menos del 30 por ciento la vacuna tiene efectos adversos, como mayor índice de hospitalización, pero en lugares con incidencias mayores al 50 por ciento, la severidad decrece, por lo que recomendamos que se inocule en los lugares donde haya al menos una transmisión sostenida del 50 por ciento o más", declaró John Abramson, presidente del SAGE.

"La decisión de la OMS de recomendar inocular la vacuna donde la incidencia sea más alta se basa en la idea de dar prioridad aquellos países más endémicos y a cumplir con los ambiciosos objetivos de alcanzar para 2020 un reducción de la mortalidad de un 50 por ciento y una caída de la morbilidad del 25 por ciento", explicó Guillaume Leroy, responsable de la vacuna en la farmacéutica Sanofi Pasteur.

"Lo más importante, no obstante, es que la OMS ha validado hoy [por ayer] la calidad, eficacia, buena tolerancia y gran impacto para la salud pública de la vacuna", agregó Leroy.

Joachim Hombach, uno de los miembros del Grupo, agregó que la mayoría de los países saben cuáles son las zonas de mayor incidencia del virus, pero que la OMS está dispuesta y preparada a ayudarlos a determinarla si así lo solicitan.

El dengue es trasmitido por la picadura del mosquito Aedes Aegypti.