La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil detuvo el lunes a seis varones, todos residentes en Benijos (La Orotava), por homicidio culposo y encubrimiento. Cuatro de ellos, de entre 20 y 32 años, están acusados de homicidio, y los otros dos, de 19 y 22 años, por encubrimiento.

Los hechos se produjeron el 13 de abril en un bar de Benijos, donde los clientes veían en televisión un partido de fútbol. Durante la emisión de la primera parte se encuadra el trágico suceso, en el que presuntamente cuatro jóvenes se ven implicados en una pelea contra otro, identificado como Rubén Luis Santana y natural de San José de Los Llanos, que residía en el citado barrio orotavense desde hacía más de un año. Los investigadores del Instituto Armado lograron saber que, durante la pelea, el ahora fallecido podría haber recibido el impacto de un vaso en la zona izquierda de la cabeza, cayendo posteriormente al suelo, momento en el que uno de los presuntos autores además le golpeó en la cabeza, provocando así que horas más tarde sufriera un derrame cerebral.

La víctima entró en su domicilio, donde vivía con su actual pareja, por su propio pie. Sin embargo, el derrame que se fue produciendo durante la noche provocó que fuera trasladado al Hospital de La Candelaria, donde ya llegó en coma, falleciendo finalmente la tarde del 14 de abril. Tras la autopsia se comprobó que la causa del fallecimiento se debía a unas lesiones que se conectaban con la agresión. Además, era hemofílico, lo que pudo agravar la situación.

Ninguno de los testigos denunció el hecho ni dio cuenta a las autoridades, y las personas cercanas al fallecido tenían la creencia de que pudo sufrir una posible caída en un caballo. Fue un particular el que informó a la Guardia Civil de que el miércoles por la noche hubo una pelea en Benijos y que la víctima había fallecido. La noticia de la agresión y presunto homicidio llegó a la Policía Judicial la madrugada del sábado 16, por lo que a primeras horas del inicio del fin de semana dicha unidad se hizo cargo de la investigación. El sábado se reconstruyó de manera exhaustiva el último día de vida de la víctima y se identificó a todas las personas con las que mantuvo contacto, así como gran parte de los presentes en el bar. Entonces se buscó y citó a los posibles testigos, en su mayoría reacios a colaborar para el esclarecimiento del delito, lo que supuso un obstáculo para los agentes. Así se continuó hasta las primeras horas del lunes, cuando se le había tomado declaración a más de 20 personas, tras lo cual se dio la orden de efectuar las detenciones, en primer lugar de los encubridores que habrían dado una versión distorsionada de la realidad cuando fueron citados como testigos, y más tarde de los cuatro presuntos autores, que voluntariamente acudieron al puesto de la Guardia Civil del Puerto de la Cruz, donde fueron detenidos.

Familiares y vecinos reclaman justicia

En el operativo dirigido por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de S/C de Tenerife participó el Grupo de Homicidios de esta unidad, el Equipo Territorial de Policía Judicial de Puerto de la Cruz y el Área de Investigación del Puesto Principal de La Orotava. Los detenidos junto con las diligencias instruidas serán puestos a disposición judicial en el Juzgado de Guardia de La Orotava. La muerte de Rubén el pasado jueves en el hospital y, tras conocerse que se debió a una agresión en un bar de Benijos, generó una gran consternación en el núcleo de San José de los Llanos, de donde procede la víctima. Familiares y vecinos del joven reclaman que se haga justicia con las personas que pudieron tomar parte en el homicidio de Rubén. Un primo de este manifestó que, cuando lo visitó en el Hospital, le apreció un fuerte golpe en la parte posterior izquierda de la cabeza, junto a la oreja, así como diversos hematomas en varias partes de su cuerpo. Según un familiar del joven, ese día acudió a ayudar a un vecino de Benijos a recoger papas. Tras la jornada laboral, supuestamente el propietario de la finca y el joven fallecido acudieron hasta un bar, según la misma persona. En un momento determinado, el dueño de la finca donde estuvieron recogiendo las papas se marchó del local e invitó a Rubén a hacer lo mismo, pero este decidió quedarse un rato más. Posteriormente, se produjo la reyerta que presuntamente acabó costándole la vida. A un familiar del fallecido le entristece la manera en que se produjo el fallecimiento y que nadie actuara para ayudarlo en los momentos posteriores al altercado.

Tras llegar a su vivienda, Rubén se acostó a dormir. El mismo familiar señala que Rubén "tampoco era muy aficionado al fútbol", ya que, por ejemplo, "le gustaba más montar a caballo, las carreras de cintas e ir a algunas romerías", como la de San Sebastián, Buenavista o la Tierra del Trigo. Varias vecinas de la calle donde se crió en San José de los Llanos lo describen como un joven cariñoso, servicial y nada conflictivo.