La policía alemana ha localizado a otras cuatro mujeres que presuntamente sufrieron abusos sexuales en la llamada "casa del horror", la vivienda unifamiliar de Höxter (oeste) donde fue detenida una pareja por maltrato y asesinato en al menos dos casos.

La Fiscalía de Bielefeld, la capital del distrito, informó hoy de esos nuevos posibles casos, cuatro mujeres de distintos puntos del país, que podrían haber sufrido abusos por los dos sospechosos, un hombre de 46 años y una mujer de 47.

La policía, que había pedido la colaboración ciudadana en busca de otras posibles víctimas, ha recibido más de 50 informaciones telefónicas relacionadas con el asunto, pero hasta ahora no ha podido localizar a otras presuntas víctimas de abusos.

Según las investigaciones en curso, la pareja en cuestión -un hombre y su exesposa- sometieron durante años a malos tratos a mujeres a las que habían atraído hasta la casa de Höxter a través de anuncios de contacto en medios de Alemania y de República Checa.

Dos estas mujeres, ambas del estado federado de Baja Sajonia, donde se encuentra esa población, murieron como consecuencia de los malos tratos.

La semana pasada, la detenida, de 47 años, confesó en un interrogatorio haber matado en 2014 a una mujer de 33 años, cuyo cadáver trocearon y guardaron un tiempo en un frigorífico, para luego quemarlo en la chimenea de su casa.

A raíz de esta confesión la policía rastreó las inmediaciones de la casa en busca de pistas u otras posibles víctimas.

Según las investigaciones en curso, víctimas sufrieron en la "casa del horror" todo tipo de vejaciones, les arrancaron el pelo a tirones, las encadenaron noches enteras a radiadores y a la bañera y les golpearon sádicamente.

Durante meses enviaron mensajes de texto a la madre de una de las víctimas para que creyese que seguía con vida y la registraron como "mudada a Holanda/Amsterdam" en el registro municipal.

Mientras que la detenida ha ofrecido una larga confesión, donde dijo haber sido sometida a malos tratos también por su pareja -quien llegó a cumplir condena por ello-, él niega toda implicación en los hechos.

El caso salió a relucir a raíz de la muerte de una mujer, de 41 años, que falleció tras haber sido golpeada y obligada a dormir en el suelo durante una semana.

La propia pareja llamó a una ambulancia, cuando el estado de su víctima empeoró, y desde el centro médico donde falleció se alertó a la policía de la situación.