La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a Pablo César Quinzo por el asesinato de su esposa a la pena de 17 años y 6 meses de prisión y a indemnizar a los padres de la fallecida con 200.000 euros, según una sentencia hecha pública hoy, miércoles.

También se le impone la prohibición de aproximarse a los padres de la víctima a menos de 500 metros, domicilio, lugar de trabajo o de cualquier otro que frecuenten habitualmente, así como la de comunicarse por cualquier medio por un tiempo superior en diez años al de la duración de la pena de prisión impuesta.

Contra esta sentencia, a la que debe incorporarse el acta de la votación del Jurado, cabe interponer recurso de apelación en el plazo de diez días, contados al siguiente de su notificación.

Dada la situación de prisión provisional en que se encuentra el acusado, la gravedad de los hechos enjuiciados y de la pena impuesta, persistiendo el riesgo de fuga, caso de ser recurrida la sentencia se acuerda prorrogar la misma hasta el límite máximo de la mitad de la pena.

Los hechos por los que Pablo César Quinzo ha sido condenado se remontan a mayo de 2010, cuando en el curso de una discusión con su esposa en el salón de su casa, situada en la localidad de San Isidro (Granadilla), le provocó la muerte con dos cuchillos de cocina, uno de los cuales le clavó en el pecho.